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El precio de morirse

Los dezanos todavía apuestan por enterrarse en los cementerios y el precio medio de un funeral tradicional ronda los 3.500 euros

Un hombre limpia una tumba en Lalín. // Bernabé/Javier Lalín

Durante la jornada festiva de ayer los cementerios se llenaron de familiares que quisieron visitar a sus finados y adornar sus lápidas de distintos colores, con motivo de la celebración de hoy del Día de Difuntos. Ésta es una tradición muy consolidada en general en toda la comunidad, y en particular, en la comarca, incluso, anteayer las floristerías de Deza y Tabeirós-Terra de Montes constataban que el culto a los muertos va cada vez a más. Esto va en paralelo con el negocio de los entierros y de las incineradoras, que están en auge.

Aunque los precios varían, y en función también si se tiene o no un seguro de decesos, un entierro puede rondar de media los 3.500 euros, mientras, que la incineración bajó con respecto a años anteriores, y ahora se sitúa en los 600 euros, tal y como indicaron ayer responsables de funerarias. Aunque hay quien gasta menos y también más, porque hoy en día además del féretro, las coronas... a lo más tradicional se le unen, en algunos casos, música en directo durante la ceremonia, incorporación de las nuevas tecnologías que permiten dejar condolencias en la web o incluso, flores virtuales, aunque esto siga siendo, por ahora, poco conocido en la comarca. "Por aquí todavía tenemos mucho panteón. Ahora que las familias jóvenes ya no los tienen, ni tienen idea de hacerlos, ni de comprarlos y otra cuestión, que influye mucho, es la movilidad que tienen las familias", señala el responsable de la Funeraria Jesús Taboada e Hijos, de Lalín, que añade que "porque los hijos muchos ya no se quedan a vivir en el mismo pueblo que los padres, por lo que no quieren hacer nichos en muchos sitios, ya casi nadie piensa en eso". Aunque indica que los gallegos siguen estando muy arraigados con el tema cementerios, aunque en las ciudades mucho menos.

A los gastos del propio entierro, se suman otros a posteriori en cuanto a las lápidas, para dejar grabado el nombre del fallecido.Aquí también hay múltiples posibilidades y precios. Hay grabaciones de lápidas en mármol y en granito, muchas completamente personalizadas, y las placas de acero inoxidable y en bronce. Lo que más se demanda en la comarca, tal y como indican desde la empresa lalinense Pedriñas, son las placas porque son lo más económico. Así, aunque depende del tamaño y del material, las hay a partir de 60 euros y se colocan directamente. Mientras, las lápidas de mármol y granito, lleva más tiempo realizarlas, y tiene un precio a partir de los 180 euros. Aquí se graban distintas frases, algunas ya pensadas por la propia familia y otras elegidas de un catálogo variado.

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