Los cuatro perros presuntamente implicados en agosto en el ataque a una octogenaria de Trabadela, en la parroquia estradense de Ribela, ya están en poder de las autoridades, concretamente en la perrera CAAN de Meis. Son un mestizo de American Staffordshire Terrier considerado potencialmente peligroso, un boxer y otros dos mestizos. Fueron entregados por su dueño poco antes de las 12.30 horas de ayer como colofón a una larga mañana que comenzaba en torno a las 10.30 horas, cuando el agente zonal facultativo medioambiental de la Consellería de Medio Ambiente -acompañado por dos patrullas de la Guardia Civil de A Estrada y Forcarei, otra de la Policía Local y el teniente de alcalde de A Estrada, Juan Constenla- le hacía entrega al dueño de los canes de la orden cautelar de decomiso dictada el 19 de octubre por la Dirección Xeral de Patrimonio Natural de la Consellería de Medio Ambiente.

En ella, se aludía a las sucesivas denuncias presentadas por los vecinos por el ataque y también contra lo que consideran una perrera ilegal así como las formuladas por efectivos de Seprona y de Medio Ambiente. De hecho, un procedimiento sancionador que el jefe territorial de la Consellería de Medio Ambiente en Pontevedra acordó instruir el pasado 10 de septiembre se saldó con una sanción de 4.808,58 euros al apreciar la presunta comisión de dos infracciones sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos y de infracciones administrativas tipificadas en cinco artículos de la ley de protección y bienestar de los animales de compañía en Galicia.

Esas denuncias incidían en que el denunciado dejaba vagar los canes sueltos sin control por la aldea, atemorizando a los vecinos, antes e incluso después del ataque a la señora, generándose una conflictividad en torno al refugio canino que -como ya publicó FARO- se recrudeció en los últimos días con juicios por amenazas y lesiones.

A este respecto, cabe recordar que los abogados de la familia de la octogenaria atacada por los perros aseguraron el lunes que su propietario "acaba de ser condenado por el Juzgado de Instrucción Número 2 e A Estrada por un delito leve de amenazas cometido sobre la persona del hijo de la mujer agredida por los perros, al haberle amenazado de muerte, precisamente a raíz de las desavenencias surgidas desde la agresión". Al día siguiente, Fiscalía y acusación particular solicitaban para el dueño de los perros tres meses de multa y una orden de alejamiento del hijo de la señora atacada, que le acusaba de haberle propinado presuntamente un golpe en la cabeza con un palo e febrero.

Pues bien, apenas 48 horas después de ese juicio, ayer al dueño de los perros le llegaba la orden de incautación de todos los perros que hubiese en la casa y, en concreto, de los once que figuran a su nombre en el Registro Galego de Identificación de Animais de Compañía (Regiac). Ayer, a su llegada a su vivienda de Trabadelalas autoridades desplazadas hasta el punto pudieron ver un gran número de perros dentro del cierre de la casa, que su propietario se apresuró a introducir dentro de la vivienda. Inicialmente, cuando el agente zonal de Medio Ambiente le dio la orden de decomiso de los perros se negó a entregarlos. Pero las autoridades -especialmente el propio agente zonal, el sargento de la Benemérita de Forcarei y el oficial de la Policía Local de A Estrada- le persuadieron de que se lo pensase bien y le dieron tiempo para que lo consultase con su abogado.

Al negarse a entregarlos alegaba que no iban a estar bien cuidados, como decía tenerlos él en su casa de Trabadela, que les aseguró que tiene intención de convertir en un centro zoológico para lo que les explicaba que ya ha adquirido la valla electrosoldada aunque carece de los permisos oportunos.

En la propia orden de decomiso se indicaba que en el expediente instruido por la Xunta ha quedado acreditado documentalmente que el denunciado tiene anuncios en internet y Facebook en los que se presenta "como centro de rescate y adopción de animales Ayuda a los animales Javi Tarrio y Javi Tarrío adopciones", acompañados por fotos de perros supuestamente de su propiedad mestizos y boxer cuyos nombres y razas coinciden con los de los once perros inscritos en el Regiac a su nombre. Pero carece de permisos para la tenencia de tantos animales.

Aunque la orden de decomiso implicaba la retirada de todos los animales, el dueño solo entregó los cuatro presuntamente implicados en el ataque. Lo hizo entre lágrimas, explicándole a las autoridades presentes que, para él, era como si se llevasen a sus "hijos". Le indicaron que entregarlos era la mejor opción para él y finalmente accedió.

El teniente de alcalde Juan Constenla indicó ayer que ahora -tras cumplir parcialmente la orden de decomiso- el propietario dispone de un mes para presentar un recurso de reposición contra la resolución de la Xunta y la sanción que traía aparejada la orden de decomiso -cuyo incumplimiento supondría una infracción muy grave, sancionada con un importe mínimo de 5.000 euros- así como para solicitar que le devuelvan los animales decomisados.