Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La sangría demográfica en las comarcas

El rural de Deza y Tabeirós-Montes perdió 73 habitantes cada mes en lo que va de siglo

Las aldeas cedieron 15.817 vecinos y los núcleos urbanos ganaron 5.147, aunque solo por la influencia de Lalín, A Estrada, Silleda y Vila de Cruces - Solo la capital dezana tiene más residentes en el casco que en las parroquias

Los concellos de las comarcas perdieron en lo que va de siglo casi 11.000 habitantes, el 14% del censo que tenían entonces. La sangría demográfica es una constante en un territorio de interior que, lejos todavía de los niveles de despoblación de municipios del interior o la montaña de las provincias de Ourense y Lugo, sí comienza a asemejarse. La tendencia de los últimos tiempos en Galicia pasa porque los asentamientos poblacionales se vean fortalecidos en los concellos de la franja atlántico-cantábrica, dejando al interior como una panorámica en las que solo algunas villas industriales punteras son capaces de soportar el fenómeno de la despoblación.

Lalín y A Estrada son dos buenos ejemplos de localidades medias del interior que, aunque a duras penas, se mantienen dentro de la veintena de concellos de primera categoría. Los demás o están prácticamente casi todos en zonas de costa, dentro de las áreas de influencia de Vigo y A Coruña o son las capitales de provincia de Lugo y Ourense.

Las dos cabeceras comarcales ejercen en cierta medida como puntos de atracción de la población más urbanita, contribuyendo así al imparable despoblamiento de las aldeas. Junto a Silleda y Vila de Cruces son los únicos casos en Deza y Tabeirós-Montes en los que sus cascos urbanos ganan vecinos. Pero lo más llamativo del balance absoluto es que de los casi 11.000 habitantes que cedió la zona en lo que va de siglo -tomando como referencia las cifras oficiales del padrón a 1 de enero de 2000 y con la misma fecha de 2017-, un total de 15.817 residían en alguna de las 246 parroquias. Por el contrario, los cascos urbanos tiene actualmente 5.147 empadronados más que entonces. Estos números indican que en lo que va de siglo el rural cedió un promedio de 73 vecinos cada mes. Si nos ceñimos al trasvase de población en aquellos concellos que reciben más habitantes en las calles de su trama urbana hay que señalar que en Lalín en la actualidad hay 2.743 personas más que hace 17 años, mientras que A Estrada sumó 1.602 y Silleda, hasta 1.348. En el caso de Trasdeza incluimos los 3.219 vecinos de su capital municipal (1.190 más que en 2000) y los 800 que viven en A Bandeira (158 más). En Vila de Cruces, con medio centenar más en su capital y también en el área urbana de Merza, la diferencia entre la población urbana y rural es ya muy poco relevante. En los demás casos las capitales municipales tienen actualmente incluso menos residentes que a comienzos de siglo.

Con los últimos datos oficiales de población difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) referidos al año en curso, Lalín es el único caso en el que su población urbana ya tiene más peso que la que reside en alguna de sus 48 parroquias, con 10.670 y 9.405 personas respectivamente. Es decir, el 53% está en el núcleo urbano, mientras que en A Estrada el porcentaje cae hasta el 45,6. En la capital municipal de Tabeirós están empadronados 9.442 residentes y en sus 51 parroquias, los restantes 11.258. La diferencia es menos acusada en Trasdeza, con un 46% de población urbana. En los demás ayuntamientos la proporción ya es mucho más baja, salvo en el caso de Cerdedo -como único municipio sin Cotobade-, con 649 ciudadanos en calles urbanas y 1.132 en el rural. Salvo en Vila de Cruces, donde la proporción de residentes en su capital o en Merza se aproxima al 30%, en los demás ya está muy por debajo. En O Castro, zona urbana de Dozón, hay solo 136 ciudadanos de sus 1.315 totales.

Compartir el artículo

stats