No cabe duda de que los nuevos contenedores destinados a la recogida de basura orgánica en el casco urbano de A Estrada han mejorado significativamente la estética del parque de colectores, aun cuando ahora semejen desentonar con los destinados a la recogida selectiva de residuos. Aunque son buenos y bonitos -el calificativo de barato puede en este caso obviarse-, todo apunta a que en algunas zonas de la villa estos nuevos contenedores son más bien escasos. Si una imagen vale más que mil palabras, la de la basura sobre la acera en la avenida Benito Vigo no necesita mucho que añadir. La estampa se acompasa de las quejas vecinales por la reducción del número de colectores en una zona -la popular Gran Vía- en la que existe una importante concentración de actividad hostelera.
Al mediodía de este domingo el contenedor situado en las inmediaciones de la intersección entre la avenida Benito Vigo y la calle Waldo Álvarez Insua estaba a rebosar. Tanto que había varias bolsas de basura rodeando el punto de depósito. Presumiblemente algún animal habría rasgado el plástico y los desperdicios ofrecían una lamentable imagen esparcidos por la acera. Los vecinos explican que en este punto había antes dos contenedores para residuos orgánicos. Ahora solo queda uno. Si bien es verdad que los de antes tenían cada uno 800 litros de capacidad y el actual 2.200, no es menos cierto que antes existían otros contenedores próximos que ahora fueron suprimidos durante el proceso de reorganización de estas islas para la recogida de basura.
En la noche del domingo un contenedor situado un poco más adelante ofrecía una imagen bastante parecida a la anterior, con numerosas bolsas evidenciando una capacidad insuficiente.
Fuentes vecinales insistieron ayer en que la desagradable estampa no se limita al pasado domingo. Recordaron que durante el puente del 12 de octubre los vecinos no tuvieron más remedio que dejar la basura fuera de los contenedores por falta de espacio en los nuevos equipos. Recalcan los ciudadanos que en este tramo concreto de la avenida Benito Vigo son cinco los establecimientos hosteleros que, lógicamente, hacen uso de los contenedores de orgánicos. Cuatro de ellos tienen servicio de cocina, de manera que se les presume un importante volumen de basura para arrojar a estos contenedores. El número de contenedores de la Gran Vía parece no ajustarse a sus necesidades, haciendo que la flamante imagen de los equipos desluzca cuando se les ve entre la basura que no son capaces de albergar.
