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Un puente hacia ninguna parte

La pasarela colgante de Couso, abierta por el lado estradense y con candado en la de Teo

Visitantes, ayer, en el puente colgante ante la puerta cerrada tras cruzar la estructura. // Bernabé/Cris M.V.

El agradable domingo de otoño animaba ayer a trasladar la sobremesa hasta un entorno al aire libre. El coto salmonero de Couso fue el lugar escogido por muchos para dar un paseo junto al caudaloso Ulla, disfrutando de la estampa que, desde las alturas, brinda el puente colgante de Xirimbao, también conocida como Pasarela Mariola. La sorpresa se produjo en las dos riberas. Quienes accedieron al mítico puente desde A Estrada se encontraron con la puerta cerrada al otro lado, mientras que aquellos que se encaminaron a la estructura desde Teo se quedaron con las ganas de cruzarlo, al encontrarse la puerta cerrada a cal y canto.

La situación, que ayer generó un chasco para diversos visitantes, no es del todo nueva. Al menos así lo asegura la asociación Entre as Pontes. El colectivo utilizó su perfil en redes sociales para denunciar que la estructura "continúa padeciendo deficiencias en la apertura". Aseguran desde la asociación que esta situación no es algo puntual sino que tienen contabilizadas un mínimo de dos semanas con este extraño sistema de cierre.

Recalca Entre as Pontes que el área recreativa está situada del lado de Teo, de manera que las personas que acuden a este paraje natural atraídos por la mítica estructura colgante para cruzar el Ulla acceden en mayor medida a la misma desde O Xirimbao, en la ribera de Teo. La asociación avanza su intención de solicitar a Conservación da Natureza de la Xunta explicaciones sobre esta situación.

Pese a encontrarse con la puerta cerrada con un candado desde el área recreativa, algunos visitantes no se quedaron en la tarde de ayer con las ganas de disfrutar de la peculiar sensación de caminar sobre las aguas del Ulla a esta altura y con el movimiento de esta particular estructura. Algunos se animaron a coger el coche y desplazarse hasta Couso para acceder al puente utilizando la puerta abierta en la ribera estradense.

Hasta este año, el fin de la temporada de pesca suponía el cierre al público del puente colgante de O Xirimbao. Aunque concebida para que los pescadores puedan cruzar el caudaloso Ulla, la estructura constituye un importante reclamo turístico para la zona. Fuentes pertenecientes a la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia confirmaron a FARO a comienzos del pasado mes de septiembre que este año la pasarela estaría abierta hasta el próximo 30 de noviembre.

Desde la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural se explicó que el puente colgante de Xirimbao se abre con carácter general durante la temporada de pesca. Esto es, del 1 de mayo al 30 de septiembre. Los turistas pueden disfrutar de la experiencia de cruzar esta pasarela en el horario de pesca, desde una hora antes de la salida del sol hasta una hora después de que este se ponga. Sin embargo, recientemente se apostó por crear en este coto salmonero una zona para que los pescadores entrenen sus lances a ambos lados del puente, de tal manera que Medio Ambiente autoriza también el acceso a la estructura que cruza el Ulla también fuera de la temporada de pesca. La campaña se cerró el 30 de septiembre pero desde el día siguiente se fijó de nuevo la apertura del puente, manteniéndolo a disposición de pescadores y visitantes hasta el 30 de noviembre. Al término de esa jornada se cerrará el paso, situación que se mantendrá durante buena parte del invierno. Será el 1 de febrero cuando el puente colgante vuelva a abrirse al público, con la previsión de permitir el acceso hasta el 30 de abril. De este modo, la apertura volvería a enlazar con el arranque de la temporada de pesca, el 1 de mayo. La cuestión ahora es saber por qué a un lado del Ulla se levantó esta muralla.

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