La sociedad se va adaptando a los nuevos tiempos y eso es algo que se refleja en el auge de nuevos negocios, como es el caso de las lavanderías autoservicio, que se están haciendo un hueco en la comarca dezana, debido en gran medida también a los nuevos modelos de familias y a la incorporación de las mujeres al mercado laboral. En el casco urbano de Lalín figuran dos y Silleda cuenta con una desde hace 15 días y está en proceso poner en marcha otra. Aunque la gente mayor es la que se muestra más reticente a la hora de echar mano de estas nuevas modernidades, sí va ganando adeptos, que incluso realizan la colada diaria, resaltando que es una manera cómoda y que se reduce en gastos.
El Cisne y Lavalux son las dos lavanderías autoservicio que se encuentran en Lalín, la última se trata de una franquicia que en la zona también funciona en A Estrada. "Llevamos ocho meses con este negocio y la gente va respondiendo bien, pero de momento no es un negocio para vivir, es decir es un extra, un mes puedes ganar 500 euros y otro 1.000", señala el responsable de El Cisne, que apunta que tienen un perfil variados de clientela "hay el mecánico que trae su ropa de trabajo porque está sucia y no quiere meterla con el resto de la casa en una misma lavadora, otros que traen prendas de gran tamaño y hay también, los que vienen a hacer la colada a la semana". Indica que son los inmigrantes los que están más puestos en este tipo de negocio, y porque en algunos casos carecen de una lavadora en su casas, pero en general, está facilitando el día a día de las tareas domésticas, de todos los hogares en general.
En Silleda hace 15 días se asentó la lavandería autoservicio Trasdeza regentada por Milagros Castro, que lleva 12 años residiendo en esta localidad. "En el sur de España es un negocio que funciona muy bien y aquí en Silleda no había nada parecido, por lo que alguien tenía que aventurarse". De momento, debido a su escasa experiencia, no puede hacer, como es lógico, un balance, pero sí cuenta lo que notó estos días. "Aquí en Silleda es una novedad 100% sobre todo para la gente mayor que no entiende que no haya nadie que atienda, pero enviamos publicidad a todos los domicilios y el boca a boca funciona muy bien", señala Castro.
En las lavanderías se explican detalle por detalle como se debe programar cada lavado y según el tipo de prenda que se quiera lavar y aparece un número de teléfono para resolver al momento cualquier duda. Los precios son low cost, ya que se puede lavar desde cuatro euros y secar desde tres. Este tipo de negocio ofrece un servicio de lavado y secado profesional a muy bajo coste, que supondrá un ahorro energético de la factura de la luz. Además, una lavadora convencional no puede soportar la misma capacidad, constituye un ahorro del tiempo invertido, muchos hogares carecen de una secadora, se pueden lavar prendas de grandes dimensiones y asimismo, supone el ahorro en detergentes y productos de limpieza. En estas ventajas coinciden dos usuarios dezanos. "La principal ventaja es la rapidez y sobre todo, el secado es por lo que suelo usar este servicio durante el invierno, cuando es imposible secar la ropa" señala una agoladesa que añade "la segunda, es la capacidad de lavado y secado para alfombras, nórdicos... así que para mí es todo positivo, el precio económico, la instalación a la que voy es de reciente creación por lo que está muy cuidada, hay máquinas con café y snacks mientras se espera, por lo que no puedo decir nada negativo". En esta opinión coincide básicamente un rodeirense que señala que "si la usas bien, compensa ya que ahorras agua, electricidad, detergente, suavizante y plancha porque si usas la secadora y la recoges con cuidado, ni hace falta plancharla". El único inconveniente es si no hay aparcamiento cerca y que es necesario juntar más ropa de lo normas porque son lavadora grandes y sino no compensa.
