Los ciudadanos de las comarcas asumen una presión fiscal que oscila entre los 221,8 euros al año de Cerdedo-Cotobade y los hasta 451 de Agolada. Esta es la conclusión que se obtiene de los balances de la recaudación real de la liquidación de los presupuestos del pasado año, en los que en un primer trazo grueso el Estado da a conocer algunas de las principales áreas de gastos e ingresos como el coste del personal, la recaudación tributaria, lo que emplean los ayuntamientos para el sostén de sus servicios básicos o las cuantías definitivas de las inversiones reales.

En el cálculo de la presión fiscal se tienen en cuenta las transferencias por impuestos directos e indirectos, así como las tasas o precios públicos, dividiendo luego este montante en función del número de habitantes de cada concello. Aunque esta regla, en casos, no ajusta al milímetro la realidad tributaria de cada municipio, sí es la que se toma como referencia para realizar un cálculo de la carga impositiva que sufren los ciudadanos. Hay que tener en cuenta, en el caso de las tasas, que un concello con pocos servicios apenas va a obtener recursos, mientras que los que hacen un esfuerzo por prestarlos sí repercute luego en su recaudación.

En primer lugar podemos analizar los ingresos obtenidos el año pasado en las dos principales localidades. Los impuestos directos, entre los que destacan los que graban la propiedad y en el que la contribución es el más relevante, supusieron 4,8 millones de euros; los indirectos alcanzaron los 272.481 euros y por tasas y otros ingresos, 3,4 millones. En consecuencia la presión fiscal en Lalín está en 426,7 euros, que son 66 más al año que hace un lustro.

Un menor parque inmobiliario que la capital dezana deja a A Estrada con unos ingresos por tributos directos de 3,6 millones; otros 61.772 euros corresponden a impuestos directos, mientras que las tasas dejaron en las arcas municipales algo más de 6,1 millones. La carga fiscal media de la cabecera comarcal de Tabeirós se sitúa en los casi 298 euros, que son 25 más.

En Silleda la presión fiscal sí se incrementó de una manera más considerable, pasando de los 241 euros a los 411. Las cuentas de la administración trasdezana indican que entre tributos directos, indirectos y tasas se alanzó un montante de 3,5 millones.

La variación en Vila de Cruces en este período de tiempo es poco llamativa, es más, estamos ante el concello de Deza y Tabeirós-Montes donde la presión fiscal menos ha subido, al pasar de 273 a 287 euros por vecino y año. La recaudación por los principales tributos y tasas ascendió a 1,5 millones, de los que casi 1,1 corresponden a los impuestos directos.

Rodeiro es el único de los ayuntamientos de la zona del que el ministerio no dispone datos de la liquidación de 2017. No obstante, si observamos la recaudación del ejercicio anterior podemos afinar a que la carga impositiva creció en cinco años algo más de un 10%, pasando de los 247 euros a casi 273. Tributos directos, indirectos y tasas dejaron en la caja municipal cerca de 727.000 euros ese año.

Agolada destaca como el territorio en el que sus vecinos soportan una mayor carga fiscal, que, con las cuentas definitivas del pasado curso, indican que cada ciudadano precisó 451 euros. La diferencia es llamativa si se compara con los 181 euros de hace un lustro. Los impuestos directos dejaron casi 844.000 euros, los indirectos, 29.199 y por tasas se recaudaron 223.979 euros.

Este millón de euros duplica a los mismos derechos liquidados cinco años atrás. En Dozón son 246 euros por vecino y año, frente a los 190 de la otra fecha de referencia, con una recaudación por tributos y tasas, ahora, que alcanza los 290.280 euros. Los ingresos en Forcarei fueron de algo más de un millón, con lo que de promedio cada vecino pagó 308 euros al año por tributos y tasas. Hace un lustro la presión fiscal era de casi 235 euros.

En el caso de Cerdedo-Cotobade el ministerio concreta una liquidación de 1,3 millones, con lo que el promedio de tributos y tasas por habitante es de 221,8 euros. Hace cinco años, con cada municipio como administración independiente, la presión fiscal en Cerdedo se situaba en 194 euros, mientras que en el vecino Cotobade la cuantía bajaba hasta los 137.