Recuperar un templo románico es como pulir un diamante. La iglesia de la parroquia lalinense de Donramiro recupera poco a poco su brillo de la mano del arquitecto Luis Fernández, el aparejador Abel Mato y cuatro operarios que se encargan de llevar a cabo las directrices de los planos elaborados para la ocasión. "Tenemos algún tipo de incidencia, pero lo estamos intentando solventar lo más rápido posible", reconocía ayer el propio Luis Fernández mientras se subía al andamio para mostrar las cubiertas ya rematadas en la cabecera de la construcción religiosa. El arquitecto explicó que "estamos comenzando con la tercera zona de las cubiertas. Está rematada totalmente la cubierta del ábside, y se hizo la cubierta de la sacristía, excepto una esquina. Estamos aprovechando el buen tiempo en esta fase de obra con limpiezas de fachadas y rejuntados de la piedra, dejando las actuaciones del interior para el final por el clima".
Luis Fernández también especificó que "la cubierta del ábside sí que tuvo ciertas peculiaridades porque se hicieron en la iglesia una serie de obras en torno al año 57, entre las cuales se eliminó la cubierta de madera que tenía la nave central y se ejecutó una bóveda en rasilla de ladrillo, debido a eso la altura del tejado se aumentó sobremanera. Tuvimos que solventar esos problemas para volver ahora a la proporción originaria de la cubierta de madera. En cuanto a los problemas más importantes con los que se han topado hasta el momento en las obras de Donramiro son, según Fernández, "los de ciertos encuentros en donde se nos juntan las tres cubiertas. Esto viene dado porque la iglesia es de origen románica, si bien se rehizo casi en su totalidad, con excepción de la fachada principal, en torno a 1750. Se hizo el ábside sin previsión de hacer la sacristía, a continuación se hizo la sacristía sin tener en previsión como iba a ser el tema de la nave, y esas soluciones te generan como digo ciertos problemas en los encuentros, sobre todo en las cubiertas". Tanto Fernández como Mato valoraron positivamente el ritmo de la actuación desde que se inició el pasado mes de junio, y confían en cumplir los plazos, si no surge ningún inconveniente.
Cabe recordar que la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria ha adjudicado las obras de rehabilitación del templo a Construcciones Mascareñas e Hijos SAU por 154.600 euros, unos 22.000 euros por debajo del importe de la licitación. Esta actuación había sido un compromiso adquirido por el conselleiro lalinense Román Rodríguez con el sacerdote dezano Marcos Torres.
