Hace justo un año, cuando se divulgaban los datos de compraventa de viviendas del primer semestre, estábamos en un escenario positivo con el que se habían encadenado tres ejercicios consecutivos de más transacciones. Ahora, las operaciones correspondientes al mismo plazo son menores, pasando de las 143 del primer semestre de 2017 a las 129 actuales; es decir 14 menos. La caída en las operaciones de compraventa de inmuebles residenciales es común en la práctica totalidad de los municipios de Deza y Tabeirós-Montes y solo Vila de Cruces y Cerdedo-Cotobade presentan unos resultados mejores.
Lo que se traduce de este informe divulgado por el Ministerio de Fomento es que Lalín sigue acaparando buena parte de las ventas de viviendas, a una distancia bastante respetable de la otra cabecera comarcal, A Estrada, pese a que la capital de Tabeirós tiene más población. La desmesurada construcción de los pasados años en Lalín ha provocado que la caída de precios sí logró, tras la crisis, activar la venta de viviendas, pero las entidades crediticias o la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) acumulen todavía decenas de hogares sin comprador. El descenso en las cotizaciones también ha repercutido en los locales comerciales, que en las principales villas de la zona se cuentan por cientos los que permanecen sin inquilino.
El exceso de oferta inmobiliaria también conlleva que otro fenómeno se repita en los últimos tiempos: la mayor parte de las transacciones inmobiliarias cerradas corresponde al mercado de segunda mano. Si en los últimos tiempos la proporción estaba en que siete y ocho de cada diez hogares vendidos ya habían estado ocupados previamente por otro propietario, en la primera mitad de este año son el 84% de las 129 viviendas comercializadas. Es más, solo cuatro de los nueve ayuntamientos de la zona han conseguido colocar en el mercado hogares a estrenar, mientras que en los demás las ventas fueron todas de pisos o casas de segunda mano. De la veintena de residencias nuevas, más de la mitad corresponden a Lalín, con 11 casos, mientras que Vila de Cruces es el segundo concello con más altas, con cinco. En A Estrada y Silleda han sido, en ambos casos, dos. Si comparamos los datos absolutos de ventas de este primer semestre respecto al mismo período del pasado ejercicio, los acuerdos caen en Lalín y en Silleda en ocho en cada caso, si bien la capital dezana pasa de comercializar más de medio centenar de hogares a los 44 actuales y en Trasdeza las cerca de una treintena de transacciones han descendido hasta exactamente 19. Mención especial merece, como habíamos apuntado con anterioridad, el caso de Vila de Cruces, que se coloca como el cuarto territorio de Deza y Tabeirós-Montes con más operaciones inmobiliarias, a solo cinco de Silleda. Cerdedo-Cotobade también da muestras de un impulso en la venta de hogares al aglutinar 17, seis más que hace un año.
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La vivienda protegida continúa siendo una alternativa prácticamente residual y en este primer semestre lo es todavía más. Si en el anterior balance fueron una docena -11 en A Estrada y una en Silleda- ahora las operaciones caen hasta las ocho, con los mismos municipios como protagonistas.
