| El Mosteiro de Carboeiro albergó ayer una cata de vinos gallegos muy especial, ya que fue a cargo de la Irmandade dos Viños Galegos, que es una confraría integrada por hombres dispuestos a luchar por la fama y el honor de esta bebida, entre ellos el silledense José Maril. Coincidiendo con el equinoccio de octubre, se procedió también a la entronización, que consiste en el ritual de ingreso de nuevos Irmandiños, previamente aprobados por el Sanedrín o la Corte Suprema.