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Adiós a la taberna del blues y el rock

A Tasca organizó este martes una fiesta multitudinaria con motivo de su cierre cuatro años y medio después de abrir en el número 8 de la calle Wenceslao Calvo Garra

Asistentes a la celebración con motivo del cierre de A Tasca celebrada el pasado martes.

Luis González Blanco, "Jimmy", se despertó ayer con una extraña sensación. Tras cuatro años y medio yendo a trabajar a A Tasca, llegó el día en el que todo eso se acabó. La multitudinaria fiesta de despedida de la autodenominada "a taberna de blues e rock" se prolongó hasta bien entrada la madrugada de ayer en el día donde, también, se puso el punto y final a las fiestas patronales de este año. "Un local como ese era algo muy personal, y cuando ya te vas cansando, es necesario dejarlo antes de que te consumas y tú a él", explicó Jimmy al ser preguntado por las razones del cierre definitivo del establecimiento. El cofundador del local recordaba los inicios con su socio Josele como "algo extraño porque era la época en la que había poco trabajo y vimos la posibilidad de montar algo que no existía en Lalín; miramos lo que considerábamos que hacía falta, y así empezó todo".

La música ha sido el auténtico leitmotiv de este céntrico establecimiento lalinense porque "tanto Jose como yo somos músicos y tenemos, también, muchos amigos músicos, por eso la Banda da Tasca surgió como una alternativa porque los domingos por la tarde en Lalín son muy aburridos y algo había que hacer", aseguró Jimmy. Los promotores de A Tasca no dudaron en programar música en vivo porque "como músicos somos muy fans de la música en directo, y queríamos traer algo a Lalín adaptándolo a lo que las dimensiones del local nos permitía". Jimmy recordó momentos muy especiales, pero coincidió en que, antes de destacar una época en concreto, "prefiero quedarme con el ambiente que teníamos porque cualquiera entraba solo al local y terminaba hablando con el resto de la gente; se crearon muchos vínculos, así que yo me quedaría con eso". De forma jocosa, Jimmy también quiso destacar que "todos los días pusimos un pincho vegano a nuestra clientela, así que estuvieron comiendo comida vegana sin saberlo". E insistió en la cantidad importante de amistades con las que cuentan ahora que lo dejan: "Fue gente que un día vino a tomar algo y que ya es parte de nuestras vidas gracias a A Tasca".

Nueva vida

Una vez echado el cierre a A Tasca, los fundadores del establecimiento del número 8 de la calle Wenceslao Calvo Garra de Lalín tienen decidido dejar la hostelería para intentarlo en otro sector. "Yo me voy a dedicar más a trabajos de día, y mi actual socio Gonzalo se va a dedicar a terminar sus estudios", desveló Jimmy. Ahora toca recordar las "pinchadas", los conciertos y las distintas actividades realizadas en un pequeño pero bien aprovechado local del que, como dijo Jimmy, "nos llevamos una cantidad de nuevas sabidurías que cada uno de los clientes nos enseñó en una conversación o escuchando música".

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