El Concello de Lalín puso en marcha hace años el plan Bicidadáns con una ayuda de la Xunta . Las decenas de miles de euros de dinero público se acabó escurriendo como el agua por una alcantarilla y la administración local acabó por dejar languidecer el proyecto. Retirados los velocípedos -nunca se supo el número exacto que se compró- el actual gobierno mantuvo uno de los que tienen un mecanismo eléctrico, utilizado en casos por ediles o funcionarios. Desde hace meses está en un estado de semiabandono . Además de no disponer de ningún dispositivo antihurto, sus ruedas están sin aire y los frenos averiados. La bici forma parte, ya, casi del mobiliario urbano del Castro Tecnolóxico.