El Partido Popular de Lalín no esperó más que 24 horas para replicar al teniente de alcalde Nicolás González Casares, quien apuntó a los populares por cómo utilizaron la denuncia de un funcionario municipal, ahora archivada. El portavoz de la agrupación conservadora, Javier Blanco, dice al también edil de Benestar Social que la "prudencia y la elegancia" fueron los criterios que marcaron la actuación de este partido respecto a este asunto y niegan que hiciesen un casus belli de su detención, "limitándonos a preguntar por el caso después de meses de un incomprensible silencio y siempre a raíz de la denuncia política presentada por APAC contra concejales del PP con la connivencia de la Alcaldía y de otros miembros del cuatripartito".

El portavoz popular propone a Casares que refresque su memoria y no aplique ahora un filtro selectivo, ya que él mismo llegó a manifestar en alguna ocasión "su agradecimiento a personas del PP por la elegancia y respeto en el tratamiento de su detención, que fue prácticamente el mismo criterio empleado con la dimisión de José Manuel Hermida". Incide en que la acritud fue ejemplar y se pregunta qué ocurriría si el detenido fuese un político del PP y cómo actuarían los miembros del cuatripartito. Blanco Carballal avanza que el grupo popular solicitará por escrito una copia del auto judicial y de las diligencias previas para poder valorar toda la documentación en profundidad y, asegura, que, "con independencia que sea plenamente punible o no, es de conocimiento público que el ambiente laboral en el departamento de servicios sociales, del que Casares es responsable, no es el idóneo y pasan cosas raras". Por último, el PP espera, dice, que una vez que Casares "ya queda liberado de la presión judicial" de las explicaciones oportunas sobre lo que acontece en este departamento y sobre "las quejas recurrentes de diferentes empleados municipales, que son de conocimiento público".

Desde las filas socialistas se valora que la justicia eximiese a Casares de ser denunciado por acoso laboral y dicen que el auto demuestra que dicha denuncia "no tenía ni pies ni cabeza". La ejecutiva del PSOE lamenta que alcanzase un nivel que parecía afectar al funcionamiento del concello y asegura que existió una manipulación posterior y utilización de los medios públicos gallegos con el único fin de dañar al concejal en lo político y en lo personal, "por el simple hecho de no doblegarse ante las fuerzas conservadoras". Añade que la denuncia solo pretendía menoscabar a la persona y al político, máxime cuando el juez indica en su auto que Casares se limitó a cumplir con sus obligaciones y tilda de muy grave que el trabajador "tuviese una clara y manifiesta afinidad política que no duda en demostrar en numerosos actos del PP", partido al que, además, exigen disculpas o por lo menos demuestren su alegría de que un compañero de corporación salga indemne de una denuncia. También considera que la denuncia pone de manifiesto la complicada situación laboral heredada en la que "una minoría de los trabajadores como el denunciante parecen actuar como interesados políticos que como servidores públicos". Finalmente, el PSOE considera que González Casares sale reforzado como persona, "porque sabemos los duros momentos que vivió y desde luego como político, manteniendo la actividad y el pulso del concello en situaciones tan adversas".