Los sidreros de A Estrada y Galicia podrán utilizar a partir de ahora la botella de sidra tradicional. Este importante paso para los productores locales llega a través de una resolución judicial en la que se estima que la botella conocido popularmente como "molde de hierro" se identifica con la sidra natural pero no únicamente con la sidra de Asturias. Esto tumba el planteamiento de los productores de sidra asturiano, que habían registrado este tipo de botellas como marca propia, negando a productores de fuera del territorio asturiano la posibilidad de utilizarla.

Desde los productores de sidra estradenses explicaron que el conflicto en relación a este tipo de botellas se generó hace varios años, cuando la llamada Asociación de Sidra Asturiana (ASSA), que engloba a la mayor parte de los productores asturianos, mediante burofax, acosó a todos los usuarios de esta botella, para dejar de utilizarla bajo amenaza de exigencia de la retirada y destrucción de todas las botellas , retirada de su imagen en publicidad y una indemnización equivalente al 1% de la cifra de negocio. Sin embargo , la inscripción en la Asociación y el pago de 1.000 euros anuales liberaría a los sidreros de esta sanción.

Desde Lagar de Ribela se presentó por ejemplo un escrito de alegaciones a la Asociación ante esta demanda, considerando que la denominada patente tridimensional de la botella era una mera "chapuza" pero no obstante, por ética profesional, iría introduciendo nuevos formatos, como así comenzaron a hacer.

El caso de Sidra Somarroza fue diferente ya que la Asociación llevó a los tribunales al sidrero cántabro. Las alegaciones del abogado de Somarroza consideran que la botella de sidra es de dominio público, que se puede adquirir también fuera de Asturias y rechazó la botella como marca.

El juez de la causa, Carlos Martínez de Maricorta, ha desestimado las pretensiones de los lagareros asturianos y ha instado a la Oficina Española de Patentes y Marcas a que "proceda, inmediatamente, a la cancelación de la inscripción del registro", lo que liberaliza el pleno uso de la botella en litigio, además de imponer las costas judiciales al colectivo asturiano. Estimó en la sentencia que "la utilización de esta botella pudo llevar a la identificación de la botella con el producto, es decir con la sidra natural, pero jamás con un origen concreto. No se trata de una marca colectiva ni de garantía, y de prosperar la demanda, se estaría generando un derecho exclusivo a favor de la asociación a la utilización de una botella sobre la que no costa vigente ninguna protección inventiva, de utilidad o de diseño".

Para Jesus Armenteros, propietario de la sidra gallega y estradense Ribela, usuario de este tipo de botella, esta es una buena noticia para el sector. "La sentencia supone dar la razón a la coherencia". Felicitó en este sentido a Jesús, de Sidra Somarroza, por su coraje y su lucha y agradeció que desde ahora no se pongan trabas de ningún tipo a los nuevos proyectos sidreros.

Cabe señalar sin embargo que esta sentencia todavía no es firme, ya que cabe la posibilidad de recurso por parte de la asociación de sidreros asturianos.