La parroquia de Sanguiñedo en Dozón está muy involucrada con diversos proyectos para repoblar el monte y tomar medidas que ayuden a evitar los incendios forestales. En esta aldea existen al menos, tres comunidades de montes, aunque una todavía está en trámites para su constitución. Se trata del caso de la de Zudreiro, pero todas coinciden en la necesidad de que las administraciones les faciliten su labor.

Desde el pasado mes de junio, la Asociación de Comuneiros de Zudreiro, que nació a raíz de la Asociación Cultural de Veciños de este mismo lugar, decidió constituirse como un colectivo de comuneros para poder optar a más ayudas, sin embargo, el camino es lento. "Somos cuatro comuneros y tenemos unas 70 hectáreas de monte y queremos replantar, y para eso pedimos una ayuda, pero la cosa es lenta, y más teniendo en cuenta que todavía no acabamos de constituirnos", explica su presidente, José López. Los comuneros se implican en la protección del terreno, como es el caso, por ejemplo, de la Asociación de Comuneiros de Sanguiñedo, que construyeron un tanque de almacenamiento de agua y barajan la construcción de otro, sino existe la posibilidad de que lo pueda construir el colectivo de comuneros colindante. Se trata de la Asociación de Comuneros de O Eirelo-Cardoufe, formada también por cuatro comuneros y creada en el 2016. Tienen plantadas 35 hectáreas de pino, ocho de castaños y 46 de eucaliptos. "Todavía no cobramos una subvención y se nos ha denegado otra que llevamos dos años pidiendo para poder construir un tanque de agua", señalan desde este colectivo.