Entre octubre de 2014 y julio de 2015, la Xunta de Galicia dio por caducados 23 derechos mineros de la empresa Oberón SL, vinculada a la familia Cort, en Fontao (Vila de Cruces). La Consellería de Industria tomó esta decisión por las sucesivas solicitudes de paralizaciones temporales por parte de la empresa y a pesar de que muchos de los derechos estaban en vigor hasta diciembre del año 2067. Las minas de Fontao se explotaron prácticamente desde finales del siglo XIX y, tras el auge durante la II Guerra Mundial, su producción cesó en 1963, aunque la explotación a cielo abierto continuó hasta 1974.

La entrada en vigor de la Lei de Fomento da Implantación de Iniciativas Empresariais obliga a sacar en concurso estos derechos mineros, dentro de los 630 yacimientos que están caducados en toda la comunidad. Esta normativa entró en vigor el 26 de octubre de 2017, y daba un año de plazo para sacar a concurso derechos mineros caducados antes de esa fecha. Para los que caduquen a partir de entonces, la Xunta abrirá un mes de plazo para la presentación de ofertas.

En el caso de los derechos mineros de Oberón, abarcan una superficie de 294, 42 hectáreas (la medida en hectáreas se usa a efectos fiscales), y los candidatos pueden pedir todas las cuadrículas o solo aquellas en las que estén interesados. Estos derechos saldrán a concurso por el mineral que se explotó antaño, sobre todo wolframio y, en menor medida estaño (como en las cuadrículas de Lavery, Sidón Pequeña o Tiro) y hierro (en Angelita y su ampliación). Pero ello no impide que el nuevo concesionario solicita la extracción de otros recursos.

Hay que tener en cuenta otra cuestión: no es lo mismo un derecho minero que la propiedad de los terrenos. Así, la familia Cort es la propietaria de los terrenos, pero ya no tiene en su mano los derechos mineros que, además, son un bien demanial (es decir, de todos los españoles). Así que en caso de sí existan empresas interesadas en volver a trabajar las minas, habría que llegar a un acuerdo con la familia dueña de las tierras. Si durante el concurso no se otorgan estos derechos, aquél queda desierto y los derechos pasan a ser "francos y registrables". El ingeniero de Minas Diego Casal explica que "un derecho minero pasa a ser franco al no existir ningún derecho previo, y registrable se refiere a una superficie de cuadrícula minera". Al tener estas dos condiciones, un derecho minero puede ser solicitado por cualquier empresa.

De ser así, esto no significa que las explotaciones antiguas de Fontao vuelvan a reabrirse, ya que "fueron una zona muy trabajada durante casi 100 años", de modo que quedarían como patrimonio. Las zonas donde aún queda mineral se encuentran al norte de la conocida como falla de Fontao, es decir, al norte de la antigua capilla, de modo que no afectarían para nada al poblado. La tercera posibilidad es que estos derechos mineros no vuelvan a utilizarse nunca. Pero no debemos perder de vista que las cotizaciones del wolframio han vuelto a subir, y que la reapertura de la que fue la hermana gemela de Fontao, la mina de San Finx, está próxima, como recuerda Casal. El wolframio se usa tanto en dispositivos electrónicos como en los tubos de televisión y hasta en naves espaciales. Y, además, pasa por ser uno de los minerales más escasos del planeta.