El parón de la construcción y el exceso de oferta en algunos de los concellos de la zona como Lalín propició en los últimos años que la vivienda de segunda mano sea la principal alternativa de los compradores a la hora de hacerse con un hogar. Y los últimos datos así lo corroboran de nuevo. Del balance de transacciones del primer trimestre del año, donde se formalizaron 62 compraventas, de las que solo siete fueron de hogares que no habían tenido inquilinos. Este dato contrasta con los del período de entre enero y marzo del año pasado, cuando las ventas ascendieran a 71, encima del medio centenar del arranque del año 2016 y claramente más que las solo 36 de 2015. Los peores registros coincidieron con los años más duros de la recesión y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Si en el primer trimestre de 2011 la inercia del mercado favoreció un importante volumen de compraventas de viviendas en las comarcas (110), los siguientes trimestres dejaron unos pobres balances de 59, 38 y 42 transacciones. Pero en el último balance trimestral, Lalín y A Estrada siguen protagonizando el mayor índice de compras. Suman 23 y 14 casos. Las viviendas lalinenses copan el mercado de casas a estrenar, con seis de los siete casos totales en la zona. El otro se registra en Silleda, donde se cerraron una decena de acuerdos. Destaca Cerdedo, que fue capaz de cerrar nueve ventas. En los demás municipios o el mercado ni se movió o lo hizo de una manera testimonial. En Vila de Cruces fueron tres las viviendas, las mismas que en Agolada