Igual que pasa en la emigración, en la inmigración también se impone la interna. Así, en Deza hubo el año pasado 1.240 altas en el padrón, en las que las 764 de vecinos de la misma provincia o de las otras tras gallegas se impusieron con holgura a las 476 del resto del Estado o de otras naciones. Esta diferencia, aunque más modesta, también se da en Tabeirós-Montes: sus 563 altas se nutren de las 318 de inmigrantes internos y las 245 de externos. Cerdedo-Cotobade también sigue la tendencia: de sus 166 nuevos vecinos, 124 vienen de otros puntos de Galicia, y los 42 restantes, de fuera de la comunidad gallega. Pero esto no contrarresta la marcha de 234 personas: 192 a otros puntos de la comunidad y 42, lejos de estas fronteras.

El IGE ofrece datos sobre los movimientos migratorios teniendo en cuenta el género y la edad. Por sexos, se imponen los varones tanto en la emigración como en la inmigración. En Deza, hubo 541 bajas en el padrón de hombres frente a 519 de mujeres, mientras que la altas se dividen en 623 de varones y 617 de féminas. En Tabeirós-Montes hay un ligero predominio de las mujeres, tanto en emigración (255 frente a 250 varones) como en inmigración (298 y 265). En Cerdedo-Cotobade las 123 féminas que tuvieron que emigran se imponen a los 111 varones, pero en el caso de los inmigrantes, se contabilizan 92 hombres y 74 mujeres.

En cuanto a la edad, a la hora de emigrar destaca la franja de 30 a 54 años (son 476 de los 1.060 de Deza, 228 de los 505 de Tabeirós y 114 de los 234 de Cerdedo-Cotobade). Entre los inmigrantes se da la misma tendencia: en este tramo están 347 de los 764 llegados a Deza, 57 de los 124 de Cerdedo-Cotobade y 135 de los 318 de A Estrada y Forcarei.