"Hay que plantearse atrasar las temporadas, porque ya en invierno las rebajas no dieron resultado". Así de contundente se expresa Lupe Pampín, presidente de la Asociación de Pequenos Empresarios e Comerciantes (APEC) de Vila de Cruces, en referencia al cambio climático y su influencia en el mundo del textil. El pasado invierno, hasta casi diciembre ni llovió ni hizo demasiado frío, y en este verano a punto de terminar los termómetros no se dispararon hasta agosto. Así que los clientes esperaron a que llegasen las rebajas para comprar, y los comercios o bien no podían aplicar grandes descuentos por el tremendo stock de ventas que arrastraban o vendían, pero a pérdidas.
Desde la AED, la vocal de Comercio, Karen Fernández Lamela, refrenda esta explicación con un "las rebajas nunca ayudan a salvar la temporada, y menos ahora, con descuentos a lo largo de todo el año que te obligan a reducir las ganancias". Apunta que el sector del calzado lo tiene aún más difícil, ya que no puede usarse fuera de temporada y en junio y julio apenas tuvo ventas, por el tiempo inestable. "De ahí que los comercios no puedan dejar la mercancía a precio de coste" y que en algunos casos las rebajas arrancasen con unos tímidos tres euros de descuento, en algunos comercios. Pero si el tiempo no ayudó a las tiendas de calzado y complementos, sí lo hicieron las bodas, bautizos, comuniones y demás eventos. Fernández, que regenta un comercio vinculado a este tipo de celebraciones, constata un repunto de bodas, sobre todo desde comienzos de agosto y prácticamente hasta octubre. La sana recomendación que hacen los comercios a sus clientes sobre dónde comprar zapatos, las joyas, el bolso o incluso a qué peluquería acudir supone todo un revulsivo en el comercio local, y más teniendo en cuenta que el 60% de la facturación de la tienda de Fernández corresponde a clientes que no son dezanos.
En cuanto a la ropa, en Lalín sí se notó cierto movimiento en las rebajas a principios de agosto y gracias a la presencia de veraneantes. La feria del pasado día 18 fue, también, una jornada con buenos resultados. "Pero ahora, el último tramo del mes está caído", admite Fernández. Fueron muchos los escaparates que redujeron sus productos a la mitad, algunos los pusieron al 70% e incluso en un local la liquidación llega al 90%.
Mañana y pasado, la AED y el Centro Comercial Aberto de Lalín organizan en la calle Loriga la II Feira de Oportunidades. Los 18 puestos estarán abiertos de 11.00 a 15.00 y de 16.00 a 20.00 horas. Ya con vistas a las fiestas patronales de As Dores, varios comercios de la Avenida Luis González Taboada están pensando en colocar, en las semanas previas, una decoración inspirada, por así decirlo, en los paraguas que lucen sobre el cielo de la calle Colón.
En Vila de Cruces, los 60 socios que integran APEC celebrarán una asamblea una vez que remate septiembre y cuando todos los negocios hayan cerrado el cambio de temporada de sus escaparates. El encuentro servirá para valorar si ponen en marcha una campaña similar a la "Noite branca" que se celebra en Lalín en primavera. Ya hicieron una jornada con sorteos el pasado 17 de mayo.
