Desde la asociación de vecinos de Ribela han denunciado un nuevo intento de agresión de los perros que viven en una casa de la aldea de Trabadela. Según explican, en este caso la defensa de otro perro permitió a la vecina no ser atacada por estos animales, que de nuevo se paseaban sueltos por el lugar sin ningún control, después de haber atacado gravemente a la octogenaria María Fraiz hace quince días. Desde la asociación vecinal y la familia de la mujer atacada recordaron que existe una legislación que el propietario de estos canes debe cumplir, pero consideran que "en el caso de Trabadela y su perrera ilegal, no se está cumpliendo ninguno de los requisitos".

Cabe recordar que el Seprona decidió en su día que los perros implicados en el ataque a María Fraiz quedaban "a disposición de la autoridad judicial" competente y, mientras que esta no decida sobre su futuro, estarán "depositados" en manos de su dueño y "bajo su responsabilidad". La Justicia deberá determinar qué procede hacer en un caso que ya motivó que la Guardia Civil le notificase oficialmente al dueño de los canes su condición de investigado por un presunto delito de lesiones por imprudencia y se preparase para remitir las diligencias al juzgado. El propietario de los perros señaló por su parte que, el día del ataque, los perros habían escapado por debajo de la alambrada de su amplia finca.

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El dueño de los perros de Ribela se niega a entregarlos sin una orden

Los perros de raza peligrosa de Ribela // Bernabé / Cris M.V.

Los vecinos recuerdan sin embargo que en fincas privadas, los perros podrán estar sueltos siempre y cuando las parcelas estén provistas con los cerramientos adecuados para evitar que el perro pueda salir. De lo contrario, los animales deberán permanecer atados o en el interior de instalaciones habilitadas a tal efecto. Denuncian que esto no sucede en el caso de los 18 perros que viven en una de las casas de la aldea.

Una vez fuera de la finca, señalan que tampoco cumple con la normativa, ya que el perro debe ser conducido por la única persona autorizada, llevar bozal y estar atado con correa. Los vecinos acompañan su denuncia con un vídeo en el que se puede ver a dos perros corriendo libremente y encarándose con el perro que acompañaba a una vecina.