A Bandeira despidió los festejos locales con un open de petanca y diversos conciertos de bandas durante todo el día. Curar la resaca de la 44ª Festa da Empanada es difícil, fueron numerosas las personas que disfrutaron de la cena en la Carballeira de Silva y ya están pensando en la próxima del año que viene.

La última jornada de las fiestas dio comienzo con la segunda edición del Open Internacional de Petcanca Suso Otero. Es un torneo que se lleva a cabo durante todo el día. Tras la buena acogida del año pasado, esta nueva edición siguió en aumento y en él participaron 50 equipos de parejas. Hasta este campeonato se acercan aficionados al deporte de Francia, Portugal, Vigo, Lugo o A Coruña, además de los anfitriones y organizadores del torneo.

Llegado el mediodía las bandas de música Artística de Merza y Municipal de Silleda fueron las encargadas de realizar un pasacalles por la localidad para dar comienzo a los festejos. La música es uno de los elementos fundamentales en las fiestas, casi sin dejar de resonar las orquestas que amenizaron la verbena de la Empanada, las notas musicales ya se volvían a respirar en el último día de las fiestas.

Los actos religiosos no faltan en las celebraciones, en esta ocasión la misa estuvo cantada por el Coro Vales Mahía. Antes de dar paso a las comidas familiares, las bandas volvieron a ofrecer un concierto en la Carballeira da Silva. En torno a las 20:00 horas la Artística de Merza, la Municipal de Silleda y la Recreativa Cultural de Bandeira ofrecieron un concierto en la carballeira. Para finalizar la jornada festiva, las mismas bandas ofrecieron un concierto durante la verbena. Con la última nota de su música, A Bandeira cerró el telón de unos festejos que atrajeron a miles de personas hasta la localidad.