La familia de la octogenaria que sufrió el domingo el ataque de varios perros en el lugar de Trabadela, en la parroquia estradense de Ribela, denunció ayer que el dueño de los animales "sigue sacando a sus perros libremente, sin control". Cabe recordar que, como publicó FARO, la Guardia Civil le notificó el martes su condición de investigado por un delito de lesiones por imprudencia, quedando los perros "a disposición de la autoridad judicial" competente si bien, mientras que esta no decida, estarán "depositados" en manos de su dueño y "bajo su responsabilidad".

Sacar a pasear libremente perros que serían "los causantes de las lesiones" es "su forma de afrontar su responsabilidad", afirma, haciendo notar que en la tarde de ayer vieron a algunos "de sus perros merodeando por la casa de la persona agredida". Aporta fotos de ello.

Temor y desamparo

"Es el dueño de la aldea. Tenemos que ir en coche con las ventanas cerradas a todos los sitios. Los animales han sentido el olor de la sangre humana y quieren volver a atacar, ya que su conducta reproduce las pautas. La abuela no puede salir de casa. La volverán a agredir. Esto es un infierno. Se anteponen los derechos de los animales a los de las personas", indicaron ayer desde la familia. Esta aseguró ayer haber cursado denuncias ante el juzgado, el Concello y la Consellería de Medio Ambiente. Reconoce que sus integrantes se sienten "desamparados".

Por su parte, el alcalde en funciones, Juan Constenla, confirmó ayer que el investigado no tiene ningún perro censado en el Registro Municipal de Perros Peligrosos. Aunque hay constancia de que al menos uno de ellos -el cruce de American Standford implicado en el ataque- es potencialmente peligroso y debería estar censado, dice que el asunto está ahora judicializado y que quien debe actuar es la Justicia.