La falta de años cotizados, debido a cuestiones como la crisis, entre muchos gallegos hizo que se incrementase notablemente el número de peticiones de pensiones no contributivas. Durante el año pasado este incremento se cifró en un 17%. Estas prestaciones de la Seguridad Social no solo incluyen aquellos casos de personas que alcanzaron la edad de jubilación, sino que también entran las prestaciones que no tributan en la renta por distintos tipos de invalidez reconocidos a pacientes. En las comarcas, según los datos del pasado ejercicio, son beneficiarios de pensiones no contributivas un total de 1.387 personas, cinco menos que doce meses antes y un medio millar menos de las que conformaban los registros públicos hace una década.

Por localidades el desglose de los ciudadanos con pensiones exentas de tributación es el siguiente: Lalín (301 de jubilación y 111 de invalidez), Silleda (88 y 30), Vila de Cruces 92 y 44), Rodeiro (55 y 17), Agolada (69 y 45) y en Dozón sus 24 se reparten entre 14 no contributivas por casos de jubilación y una decena de invalidez. En A Estrada son 222 y 130 respectivamente y 26 y 20 en Forcarei. Por último, Cerdedo-Cotobade aglutina a 76 vecinos con compensaciones económicas de la Seguridad Social que no tributan por jubilación y 37 por discapacidad. Las cuantías, a trazo grueso, oscilan entre los 380 y los 570 euros mensuales. La cuantía anual de 5.321 euros anuales de la pensión no contributiva viene establecida en la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) del presente año.