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El local por el que todo el mundo pasaba en Lalín

Gumersindo Solla y Purificación Cid heredaron de los padres de ella la popular Taberna da Plaza

Solla posa junto a una perdiz de su propiedad, en la taberna. // Bernabé

La Taberna da Plaza es el establecimiento hostelero que más tiempo lleva abierto en Lalín. Hay que remontarse a los albores de la Segunda República para encontrar las raíces de un local por el que pasó todo el mundo en Lalín, puesto que fue en torno a 1933 cuando los padres de Purificación Cid Vidal llegaron a la cabecera comarcal dezana procedentes de la parroquia de Alongos, en el ayuntamiento orensano de Toén. Teresa Solla, hija del matrimonio, recuerda que sus padres se casaron el mismo año que finalizó la Guerra Civil, después de que sus abuelos se asentaran al frente de la popular taberna.

"A mi abuelo materno alguien le comentó que vendieran el excedente de vino que tenían, algo que intentaron primero en Lugo y después en Lalín, donde se quedaron", explica Teresa mientras muestra varias fotografías de los primeros años del negocio familiar. La hija de Gumersindo y de Pura recuerda que todo empezó por casualidad en el local de la Praza da Torre. El bajo donde se comercializaba el vino se fue convirtiendo poco a poco en taberna puesto que "los vecinos llevaban los bancos de sus casas para sentarse en el bajo del inmueble hasta que mi abuelo les preguntó que qué les parecía si abría una taberna en el local". Durante unos años Gumersindo y Pura ayudaron a los padres de ella para, finalmente, seguir ellos solos al frente de la taberna hasta el 28 de diciembre de 1975, que fue el día que se traspasó el negocio a los Matelo "con todo lo que había en su interior, desde el televisor hasta el reloj de pared que marcaba las horas en la taberna, y por supuesto con toda la mercancía", añade Teresa.

Animales, obreros y políticos

La Taberna da Praza de los Solla Cid siempre fue un negocio familiar "que iba muy bien", subraya la hija de Gumersindo y Pura. En el local también era habitual ver a una perdiz propiedad del dueño de la taberna "que le comía en la mano a mi padre delante de todo el mundo", indica Teresa. Lo cierto es que su padre era muy aficionado a los animales, algo que era conocido por su extensa clientela. "Mi padre abría tempranísimo porque iban los obreros muy pronto a tomar algo antes de ir a trabajar, y entre sus clientes había gente de todas las capas sociales", añade su hija. Teresa también destaca que entre la clientela de la Taberna da Plaza se encontraba el alcalde Luis González Taboada, "Licho", y varios de sus amigos. La hija de Gumersindo y de Pura concluye recordando una anécdota "del padre del actual alcalde, Pepe Cuiña, que también venía por allí siendo muy joven, y al que ya se le oía decir que quería ser el próximo alcalde de Lalín. Yo lo miraba incrédula pensando que no sabía lo que decía, y mira tú lo lejos que llegó al final".

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