Durante la mañana de ayer dieron comienzo las obras de construcción de la nueva glorieta que se situará en la intersección entre las avenidas Estación, Montserrat, Xosé Cuíña y Madrid. El alcalde de Lalín, así como los concejales de Urbanismo y Obras, asistieron a la firma del acta de replanteo y a la puesta en marcha de los trabajos por parte de Construcciones Taboada y Ramos, que fue la adjudicataria de este importante proyecto.

Es una actuación "de máxima importancia", según el regidor, Rafael Cuíña, pues servirá para mejorar la fluidez del tráfico e incrementar la seguridad viaria para peatones y vehículos en un punto especialmente conflitivo dentro de la trama urbana. También permitirá mejorar las condiciones de la conexión viaria y la accesibilidad entre el casco urbano y Donramiro, eliminando una barrera histórica entre ambas localidades y dando, además, respuesta a las demandas de los vecinos de Lalín.

Las tareas realizadas ayer por parte de la empresa fueron de carácter previo y sirvieron para adaptar la zona con vistas a los próximos trabajos constructivos. Así, se realizó el denominado replanteo topográfico, una operación mediante la cual se marcan sobre el terreno a construir los puntos y límites básicos del proyecto. También se acometió el roce y limpieza de la zona y se inició la retirada de señales, vallados, farolas y otros elementos que es necesario eliminar para comenzar con la construcción de la infraestrutura viaria.

Tráfico y control arqueológico

Tal y como informan desde la empresa, es posible que la construcción de la rotonda provoque limitaciones puntuales al tráfico, si bien los trabajos se desarrollarán tratando de provocar las mínimas molestias y evitando los cortes siempre que sea posible. El objetivo es que las obras estén completamente concluidas durante el verán, aunque dependerá de las posibles contingencias de una obra en cuya ejecución es preciso llevar a cabo un estricto control arqueológico.

Con una inversión de 160.936 euros, la glorieta tendrá 50 metros de radio y ocupará entre 600 y 700 m2. El ejecutivo recuerda que, pese a ser muy necesaria y demandada por la ciudadanía debido a la peligrosidad de la zona, que ha registrado múltiples accidentes, el concejal "tránsfuga" Juan José Cruz votó en contra.