La invasión de la avispa asiática (Vespa velutina) está causando alarma entre la población, ya que en las últimas semanas ha provocado la muerte de tres personas, y las llamadas para retirar nidos en las dos comarcas no cesan. El GES de Lalín se encarga de esta actuación en la capital dezana y en los municipios de Rodeiro y Dozón, Silleda depende de Medio Ambiente, mientras que Vila de Cruces y Agolada están catalogados en el P lan de Vixiancia e Control de Vespa Velutina, al igual que ocurre con Forcarei y Cerdedo-Cotobade. En A Estrada este servicio lo cubre el GES. Antes los bomberos del Parque Intercomarcal tenían esta competencia, pero se les fue retirada hace un año, algo que no comparte la plantilla.
Precisamente, en el pleno de la corporación silledense de anteayer las tres fuerzas políticas votaron por una unanimidad la moción del BNG a través de la que se le exige a la Xunta y al Estado un plan de actuación para reducir la presencia de velutinas. Ante ésta el alcalde, Manuel Cuíña, elogió el efectivo trabajo de los bomberos de Silleda y criticó que les hubiesen sacado esta competencia. "No es muy habitual que los políticos rompan una lanza a favor nuestra, así que nos alegramos", manifestaba ayer Alberto Cea, uno de los representantes de los bomberos.
Hace un año a los efectivos del Parque Intercomarcal se les anunció que iban a dejar de prestar este servicio. "Cuando se nos comunicó inmediatamente manifestamos que no estábamos de acuerdo, porque justamente ese año se nos había formado para la retirada de los nidos, incluso, tuvimos una charla por parte de una bióloga de la Xunta para conocer bien la especie y poder trabajar con seguridad". A la formación se le sumó en ese mismo período de tiempo la entrega de una pértiga, una bomba de venenos y trajes, "así que ya solo en medios materiales, probablemente, estemos hablando de una cifra que no esté muy lejos de los 6.000 euros".
Los bomberos no comparten esta medida porque "la ciudadanía estaba requiriendo de este servicio y teníamos dos o tres retiradas todos los días" lo que se traduce en unas 120 intervenciones desde mayo a julio para combatir esta plaga.
La plantilla insiste en la necesidad de recuperar esta labor y alegan que "no es un capricho, ya que ésta es una competencia inherente de un servicio de bomberos". Cea manifiesta, que por ejemplo, los bomberos de Santiago de Compostela retiran al año más de 300 o 400 nidos al año en su concello y en el País Vasco también se encargan de esta actuación.
Los bomberos alegan que siguen teniendo llamadas de los vecinos para requirir este servicio. "Y nosotros les tenemos que decir que no podemos, porque sinceramente, no nos dejan". Cea además resalta que el gran problema es la enorme lista de espera y que el tiempo de retirada es lento. "Sé de casos de gente alérgica que llamó y estuvo tres semanas esperando a que se le retirase un nido, nidos que ya habíamos sacado nosotros otros años a esas mismas personas, e incluso hubo quien tuvo que buscar medios externos para que se los exterminasen". Los efectivos insisten en que esto es algo "en lo que nosotros podemos colaborar y que no es lógico que se nos retirase así por así y consideramos que la gente estaba contenta con nuestra actuación y entendemos que los servicios públicos son precisamente para eso, para facilitar la vida a la ciudadanía", indica Cea y alega que "no estamos pidiendo algo que no sea normal, sino que entendemos que es algo en lo que podemos contribuir con el GES, que están desbordados, y porque tenemos formación y material y ya lo estábamos haciendo".
En la actualidad solo se pueden encargar de este servicio si así lo estipula el protocolo de la Xunta y para eso los tienen que movilizar el 112 y ser un caso de emergencia inmediata. "Sin embargo, esto se ve que no se cumple, y esto es muy ambiguo, porque por ejemplo puede haber el mismo riesgo si hay un nido en un colegio que en un edificio donde viven 50 personas".
