Salvo sorpresa de última hora, el río Ulla cerrará hoy su peor temporada de capturas de salmón de los últimos 15 años. El exhaustivo recuento de datos que arroja la página web especializada Ás Orillas do Ulla -del estradense experto en pesca Salva Ortega- cifraba ayer en 16 las extracciones contabilizadas en los cotos salmoneros del río Ulla esta temporada.
Es la peor cifra de los últimos tres lustros. Y viene a empeorar la ya mala marca del pasado año, 2017. Este empató con el atípico año 2012. Ambas temporadas de pesca de salmón se quedaron empatadas en sus respectivos marcadores, contabilizándose 17 ejemplares del pez rey capturados en cada uno de los casos. Salva Ortega consideraba el pasado año que se trataba de ejercicios "atípicos" pero no se mostraba preocupado porque 2016 había sido un año excepcional, al tener que parar la temporada de manera anticipada dado que se cubrió el cupo de 60 capturas marcado por la Consellería de Medio Ambiente. Como ya publicó FARO entonces, era la cifra más alta desde 1988, año en el que los pescadores habían logrado extraer del Ulla un total de 62 ejemplares del pez rosado.
Esta temporada partía con buenas expectativas pero se han visto frustradas. Aunque hubo agua abundante y, en principio, ello favorece la pesca, el buen inicio de la temporada -el "campanu", el segundo y el tercer salmón de la temporada cayeron el primer día- fue tan solo un espejismo. Solo mayo y junio sirvieron salmones a los deportistas que se acercaron a probar suerte en los cotos salmoneros del Ulla.
Una vez más, Ximonde gana por goleada, haciendo honor a su buena fama. Acapara 13 de las 16 extracciones contabilizadas hasta el momento. El primer día -el 1 de mayo- cayeron 3. El pescador de Trobe (Teo) José Manuel Castro Pallas capturaba el segundo ejemplar de mayor tamaño de la temporada en el puesto de O Bote. Y, a continuación, el segundo y el tercero caían ante sus dos amigos -Carlos Conde Miranda (Teo) y Manuel Antonio Mosteiro (Vedra)- en los puestos denominados Venezuela y O Penedo. En este caerían el cuarto, el quinto y el sexto el 2, el 4 y el 11 de mayo, ante un madrileño y dos asturianos. Mientras que Castro y Conde habían apostado por la cucharilla, los cuatro pescadores siguientes habían elegido el cebo natural. También el séptimo y el octavo ejemplares del pez rosado cayeron en Ximonde, a cucharilla y a cebo natural en los puestos de Corrientes de Reboredo y O Penedo ante un vigués y un vecino de Piedras Blancas.
Hubo que esperar a la novena captura -fechada el 30 de mayo- para que estrenase su marcador el coto de Pontevea con un estradense que eligió la cucharilla. Y tras otras dos extracciones a cebo natural en Ximonde por parte de un vecino de Cabezón de la Sal y otro de Avilés -este último en el puesto de Corrientes de Reboredo- era el coto de Santeles el que estrenaba marcador con un vecino de A Baña (A Coruña) que había elegido la cucharilla. El mismo estradense con el que se había estrenado el coto de Pontevea fue también el que logró anotar en el marcador del coto de Sinde su único tanto el 19 de junio, pero en este caso a cebo natural. Finalmente, el día de San Paio -26 de junio- se registrarían las que, por el momento, son las últimas tres capturas de la temporada. La decimocuarta se la apuntó un estradense a cucharilla en el puesto Poio do Bote; la decimoquinta, un residente en Cambre a cebo natural en el puesto de Louzao; y la decimosexta y, de momento, última extracción de la temporada, un vecino de Oleiros a cucharilla, también en Poio do Bote. Los pescadores apuntaban ayer que, salvo sorpresa, julio se cerrará en blanco.
Una vez más, el coto salmonero de Ximonde se ratifica con claridad como el más afortunado. No es una sorpresa. Lleva años siéndolo. Así, por ejemplo, en 2017 sumó 16 salmones frente a los 6 de Santeles y al único de Pontevea, quedándose Sinde a cero. Y los 54 ejemplares que había servido Ximonde en 2016 le habían situado como el mejor coto de España. Entonces, en Santeles se habían pescado 4 y en Sinde dos.
Eran cifras que incitaban al optimismo. Las 16 capturas de este año llevan a los pescadores a calificar la temporada de "pésima". Buscan explicaciones fuera. Barajan como posibles causas la reducción de ejmplares del pez rosado en el río por el calentamiento global y las redes de arrastre en alta mar. Aunque hay quien recuerda que en 2003 el balance todavía fue peor, con solo 15 ejemplares del pez rey capturados, y quien apunta que tal vez ahora se sufren las consecuencias de la falta de agua de hace dos o tres años, estimando que tal vez los salmones no desovaron bien y eso motiva que se hayan reducido las capturas.
