Millor que dicilo fora pintalo pois non atopo nin atoparei as palabras axeitadas para describir a emoción que experimento cando ascendo os tesos cumes do monte Seixo. Se se me permite o símil, tras anos de camiñadas, escoita paciente, gorentosas experiencias e non poucas contrariedades, o Seixo é para min o que a cidade de Troia foi para Shliemann, o sartego de Tutankamón para Carter ou a Cemba do Machu Picchu para Binghan. É o achádego que dá sentido a unha vida. Son palabras extraídas del texto que firma el historiador y escritor Calros Solla a modo de introducción en su obra Monte do Seixo. O santuario perdido dos celtas y que resumen el sentimiento que le despierta este monte cerdedense.
Son más de 3.500 los visitantes que Solla se ha encargado de guiar por la cima de la que bautizó como A Montaña Máxica de Cerdedo, gentes llegadas de muchos lugares que ansían coronar esta cumbre para gozar de la visión que ofrece si el viento del norte -como narra el propio Solla- limpia de nubes y nubarrones el horizonte y para descubrir de la mano de este experto el simbolismo que encierra cada piedra en este mágico e impresionante paraje natural.
Si el integrante de Capitán Gosende se ha encargado de recibir a los numerosos y sucesivos grupos con los brazos abiertos para compartir con ellos algunos de los secretos del Seixo, él mismo reconoce que contó en sus primeros ascensos a la montaña con guías de excepción. La primera de ellas su abuela, cuyo don fabulador le guió por Laxamoura, Cavaldrós, Sanabarrigas, Cois Brancos u Outeiro do Castro. Su mapa mítico del Monte Seixo se completaría -siempre como él mismo recoge en la citada publicación- con los testimonios de su padre y de numerosos vecinos. Todo este saber transmitido es compartido por este historiador cerdedense tanto en sus obras como en los recorridos guiados por este "monte sagrado".
O patrimonio material e inmaterial que atesoura é abraiante: túmulos, vereas, marcos, pedrafitas, milladoiros, foxos, neveiras, lugares vinculados a inveterados cultos e ritualidades, afloramentos graníticos de caprichosa feitura, unha trintena de estacións míticas consignadas e a monumentalidade da montaña mesma abrenguendo pouco máis de 24 quilómetros cadrados, resume Solla en su libro.
Por este monte de leyenda han pasado en los últimos años miles de personas, que no han perdido ocasión de inmortalizar su huella por puntos tan míticos como Portalén, que en lo alto de este monte perfila el paso al otro mundo, o e conjunto pétreo del Marco do Vento, repleto de leyendas como las que encierra o Castro Grande o la propia Cruz do Seixo.
La imagen de esta montaña luce hoy día también coronada por una instalación eólica. No obstante, Solla incide en que la idea que se quiere transmitir a quienes descubren este monte cerdedense es que el Seixo "vai moito máis alá". "A montaña é eterna. O parque eólico, non", apunta. "É unha mágoa que a administración local non tire disto", apunta este historiador. Mientras, el integrante de Capitán Gosende está siempre dispuesto a a mostrar a los grupos que se acerquen hasta Cerdedo cuál es la puerta a los muchos secretos que esconde esta cima. Ha bebido de las fuentes de la tradición oral y la sabiduría popular y estudiado y pateado este monte palmo a palmo. El legado está al aire libre, sin barreras. Solo hay que saber mirar para poder ver.
