"Bestas", "garranos", "cabalos bravos" o "burras do monte". Son diferentes los nombres que se utilizan para referirse a los caballos salvajes gallegos. Todos ellos hacen alusión a un patrimonio natural y cultural que la plataforma en la que se integran asociaciones como Rapa das Bestas pide que se preserve con una normativa específica. Los impulsores solicitan también la colaboración económica de los interesados para costear los gastos derivados de la doble vía que, explican, tienen abierta.
Por un lado está la vertiente legal que busca la derogación del conocido como decreto equino y, por otro, la vía de la negociación con la Xunta y los diferentes grupos parlamentarios para que se impulse un decreto específico. El presidente de Rapa das Bestas calculó que después del verano se intensificarán los esfuerzos en el marco de este SOS.
