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El cambio climático y las redes de arrastre, hipótesis ante los solo 17 salmones del Ulla

Las escasas capturas de la temporada hacen mella en los pescadores - Algunos desisten de probar suerte - El experto Salva Ortega explica que los demás ríos salmoneros están igual -

Los bañistas sofocan el calor en el Ulla junto al puente BIC de Pontevea | Con las altas temperaturas registradas ayer, muchos se refrescaron con un chapuzón. Hubo quien optó por disfrutar de las playas fluviales de la comarca. Una de ellas es la de Pontevea. Sita a escasos metros del puente declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y recuperada en los últimos años gracias a los vecinos de Pontevea y Couso Pedro Castañeda y Manuel Brey, impulsarla es uno de los objetivos del colectivo Entre as Pontes.

El incremento de la temperatura de las aguas de ríos y océanos motivado por el cambio climático y las redes de arrastre que utilizan las flotas pesqueras en alta mar son algunas de las hipótesis que los pescadores barajan ante la escasez de capturas en el río Ulla y en las demás masas de aguas salmoneras de Galicia y del norte de la Península Ibérica. Así lo confirmó el experto en pesca y artífice de la página web especializada Ás Orillas do Ulla, Salva Ortega, que lleva un detallado recuento de las capturas no solo en elUlla sino también en el Lérez, el Masma, el Mandeo y el Eo en Galicia; e incluso en los asturianos Cares, Deva, Sella, Esva, Narcea y Nalón. El descenso de capturas en los últimos años es "generalizado", asegura, convencido de que esse debe a la conjunción de diversos factores que están confluyendo para disgusto de los deportistas.

Estos evitan echarse la culpa, admite el experto. Y buscan explicaciones externas. Más allá de la de que las extracciones pueden bajar cuando se trata de años muy lluviosos -como ha sido el caso- también comienzan a pensar en explicaciones globales, al hilo de la publicación de estudios de investigadores que avanzan las consecuencias que ya está teniendo el cambio climático en las especies marinas.

Alude Salva Ortega a la retirada del plancton que comen habitualmente los salmones a 200 kilómetros más al norte. Y, por si esto fuese poco, señala que los investigadores -como, por ejemplo, una estudiosa viguesa- advierten de que el calentamiento global está motivando un desplazamiento hacia el norte de especies que spñçoam jabotar en los caladeros gallegos. Se van hacia el norte buscando zonas más frías. Es el caso del bacalao, apunta. Los pescadores se temen que lo mismo podría estar ocurriendo con los salmones. Asimismo, también intuyen que se podría estar reduciendo la población de salmones que regresan a los ríos gallegos y asturianos, por ejemplo, por las redes de arrastre de la flota pesquera que opera en alta mar e incluso de la que opera en el Cantábrico y en las rías del Atlántico.

La "triste realidad", resume, es que "en Galicia cada vez hay menos salmón". El Eo -que tradicionalmente daba más de 200 pez rey- lleva a estas alturas menos de una treintena. Y el Ulla -que en pocos días cerrará la temporada de pesca del salmón- suma de momento tan solo 17 capturas: las mismas que en 2017. Este año hubo 10 en mayo, 7 en junio y ninguna en julio. No obstante, Ortega -cauto-prefiere esperar para hacer una valoración más fundamentada con datos de 4 o 5 años.

De confirmarse la tendencia a la baja, sería "un problema muy grave" que entiende que habría que intentar solucionar "como "los técnicos de la Xunta consideren".

Como sus compañeros pescadores, espera equivocarse por el bien de la pesca y del turismo. Y es que, apunta, las escasas capturas de esta temporada están haciendo mella en los ánimos de los pescadores. Algunos -sobre todo los de más lejos- desisten hasta de probar suerte. Que el Ulla tenga salmones es bueno para quien practica la pesca pero también para mover la economía local vinculada al turismo deportivo.

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