Desde el polen de castaño ecológico, de producción gallega y fuente rica en antioxidantes, a los macarrones de espelta y quinoa. La espelta reduce la cantidad de gluten en estos productos, mientras las legumbres enriquecen el gusto de la pasta y densifican el apetito. Es así, a base de una detallada información, como Sonia María Sixto, vecina estradense y de origen gaditano, presenta algunos de sus productos de la tienda ecológica Sabianatura que regenta en Justo Martínez de A Estrada.

Además de ser pocos, les toca lidiar en el centro de A Estrada con producción ecológica frente al dominio del comercio tradicional. El mercado bio pretende volver a la tierra utilizando los recursos naturales sin emplear productos químicos en los cultivos. Pese a que en los países europeos esta alternativa está cada vez más incrustrada, aquí todavía se está fraguando. Los impulsores locales tratan de revertir el pensamiento generalizado de que la ausencia de sustancias dificulta el trabajo de la tierra.

Así le ocurre a Óscar Fernández, un vecino de Paradela que después de haber trabajado 15 años para la misma empresa y haber sufrido las contradiciones de la vida moderna, decidió bregar las tierras de su fallecida suegra e iniciarse en el cultivo y venta de productos ecológicos. Afirma que "los bichos que hay en la huerta ya se ocupan unos de eliminar a los otros evitando las plagas. Es la propia biodiversidad la que lo hace".

El mercado ecológico en A Estrada no consigue seducir a grandes mayorías pero tampoco escapa a la indiferencia de sus fieles. Y es que los negocios y la producción orgánica sobreviven gracias a la fidelidad de sus clientes que, o bien llegan con la lección sabida de casa o bien regresan informados a su vuelta. Existen casos -como el de Óscar Fernández, que no cuenta con la acreditación Craega- en los que la relación de confianza y la total trasparencia hacia el cliente es el cimiento de la venta. Óscar deja vía libre a los interesados para visitar sus cultivos. Así como la información es clave en la agricultura biológica, también lo es la constante renovación acerca de los contenidos que circulan por la red, los falsos mitos y los estudios en el sector. "Tenemos que estar reciclándonos constantemente", asegura Sonia María Sixto.