Muy en serio se ha tomado la Asociación de Veciños de Vilatuxe el combate contra la invasora avispa asiática ( Vespa velutina), y no solo por lo que supone de amenaza para las abejas autóctonas y la industria melífera, que también, sino porque es, igualmente, un peligro para el propio ser humano. Ayer mismo perecía un vecino de Porriño por picaduras de este insecto y en fechas recientes lo hacía otro de Viveiro, lo que da idea de la peligrosidad de una plaga que ya cubre Galicia de norte a sur y de este a oeste.

El colectivo vecinal que preside Gerardo López Cobas compró inicialmente quince trampas para probar su funcionamiento. Al ver que tenían éxito, la cifra se elevó a 45, con las cuales -junto a otras de fabricación casera por parte de particulares- han logrado acabar con 3.384 reinsa de la especie invasora desde abril a junio. Dicho de otro modo, 3.384 nidos potenciales que no han llegado a ver la luz en un perímetro relativamente pequeño, como es el que forman las parroquias de Vilatuxe, Barcia, Gresande y una parte de Lebozán, que constituyeron su radio de acción. Si,además, se tiene en cuenta que cada reina alumbra una media de ocho reinas nuevas para la siguiente temporada, el éxito de la campaña es más que notorio.

Así lo manifestaba ayer Gerardo López, quien destacaba la importancia que tuvieron las charlas de los apicultores Jorge Peña y David Liñares. "Ellos fueron quienes nos influyeron y estuvieron en contacto con nosotros para lo que necesitamos", agradece el líder vecinal. Tiene un reconocimiento especial para la labor desempeñada por Antonio Iglesias Souto por su constante atención a las trampas. Su contumacia le valió para liquidar él solo unos 1.200 ejemplares. "Hay que estar muy encima, si puedes ir todos los días, mejor que una vez a la semana", apunta López, puesto que es necesario limpiarlas y retirar de las mismas otras víctimas no buscadas (moscas, mosquitos, etc.) que impiden a las trampas cumplir su cometido de cazar reinas de avispa asiática antes de que formen una colonia.

En todo caso, desde la asociación indican que no se puede bajar la guardia y que el próximo año hay que comenzar la instalación de las trampas en enero, puesto que este año lo hicieron a finales de abril y apenas tuvieron un par de meses, ya que "son efectivas hasta finales de junio". A estas alturas, las reinas que lograron escabullirse "ya han criado". Así que los artilugios para capturarlas pierden efectividad. "Es como cazar moscas a cañonazos", apunta López Cobas. Con la llegada del otoño y el invierno, las oberas mueren y solo sobreviven las reinas, que hibernan para dar lugar a una nueva generación en la siguiente temporada de cría. La intención de López y sus colaboradores es abrir la veda contra la avispa asiática a comienzos del próximo año y prolongarla durante seis meses, hasta junio. "Con una pequeña inversión se puede arreglar mucho", afirma el presidente, que cifra el gasto total, entre trampas y líquido, en unos 600 euros.