Miembros del Instituto Enerxético de Galicia (Inega) se desplazarán el próximo martes a Silleda para inaugurar el comienzo de las obra de la red de calor que suministrará agua caliente y calefacción a edificios públicos y privados del casco urbano. El Inega concedió el año pasado 653.000 euros a este proyecto, que pasa por ser el primero de carácter público-privado de la comunidad gallega. De este modo, la Xunta cubre el 80% del coste total, en torno a 800.000 euros, mientras que el Concello aporta el 20% restante (160.000 euros).
El interés del Inega por colocar la primera piedra de las obras demoró el comienzo de las mismas, previsto para el pasado 28 de junio, es decir, hace casi un mes. Pese a esta demora el alcalde, Manuel Cuíña, recalca que los trabajos se rematarán en plazo, de modo que esta dotación debe estar lista en septiembre para dar servicio a la residencia y centro de día para mayores. Precisamente, la empresa que construye el geriátrico, la ourensana Coviastec, se encargará también de la central y la tubería para la distribución de calor, bajo la forma de una Unión Temporal de Empresas (UTE) con Orega.
La red District Heating funcionará con astilla, ya que la intención del gobierno trasdezano es que este material salga de los montes del propio municipio, para que además de apostar por una energía renovable se realice una intensa labor de prevención de incendios forestales. La central se construirá en una parcela ubicada detrás de la Escola de Música y que se adquirió a la Fundación Semana Verde. En esta primera fase se colocarán dos kilómetros de tubería preasilada para dar servicio a otros inmuebles como el pabellón municipal, el campo de fútbol, la piscina, la escuela infantil y el Hotel Via Argentum. En una segunda fase el suministro se extenderá a la actual Casa da Cultura, el CEIP, la Oficina Agraria y la Escola de Música. En un futuro, también podrán conectarse a la red edificios privados.
Según los cálculos del gobierno local, el ahorro económico en materia energética, gracias a este sistema, será de 81.000 euros al año, que ascenderán a 93.000 una vez que se dé suministro a los edificios incluidos en la segunda fase.
Hay que decir que Silleda apuesta de forma decidida por una energía, la biomasa, que ya está en funcionamiento en el parque de Frigsa, en Lugo, mientras que en otros municipios y pese a la subvención del Inega no ha llegado a cuajar, de momento, por el desembolso económico que debían hacer las arcas municipales. Es el caso del concello de O Porriño, que contaba con una ayuda de 664.000 euros para un proyecto de 805.000, y que en mayo decidió aparcar la iniciativa por, también, una cuestión de plazos, aunque no descarta volver a concurrir a la convocatoria.
