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Los estradenses optan por nuevos paraísos

Las islas de habla portuguesa Cabo Verde y Madeira se anteponen a los archipiélagos nacionales

Las islas siguen atrayendo a los viajeros estradenses durante sus vacaciones de verano. // Bernabé/Cris M.V.

Mientras Cabo Verde está emergiendo como alternativa al Caribe, evitando, de paso, un vuelo de unas ocho horas, la isla portuguesa de Madeira se antepone a las habituales islas Canarias y Baleares como destino estival de los estradenses. El hecho de que la isla de Portugal y su antigua colonia hayan resurgido como la mejor alternativa frente a los archipiélagos nacionales, no es fruto de la casualidad. Explican desde el sector que, desde hace tiempo, las islas españolas atienden a un reclamo de turistas procedentes, en su mayoría, de Alemania e Inglaterra. El volumen de turistas extranjeros es tal que, en poco tiempo, han conseguido saturar hoteles y otros servicios turísticos típicamente exigidos por los turistas gallegos.

Y es que, Cabo Verde y Madeira repuntan como lugares de interés por el buen tiempo asegurado, los vuelos directos desde Santiago y la belleza de sus rincones. Así coinciden en señalarlo la directora de la agencia Turgalia en A Estrada, Ángeles Brey, y el de la agencia Viajes San Paio, Pelayo Bergueiro.

Los perfiles de viajeros cabalgan desde los recién casados que, con gran antelación, reservan su periplo, hasta las familias que, según comenta Brey, se unen a la reserva anticipada para no asumir precios desorbitados en el último momento.

Quienes contraen matrimonio en tiempos de estío suelen optar por destinos lejanos y con estancias más largas, que oscilan entre dos semanas y un mes. A lo anterior, se unen las peticiones de paquetes de viajes que, más allá del destino fijo, incluyen tres o cuatro ciudades, o el reciente fenómeno de los tours organizados, así como la posibilidad de visitar varios países, en los casos de viajes largos.En relación al precio, la encargada Turgalia señala que, para un paquete de viajes destinado a las lunas de miel, la cifra gira en torno a los 3.000 euros, asumiendo en algunos casos el doble.

Mientras, las parejas más jóvenes suelen ausentarse de los grandes lujos, por lo que acaban asumiendo una tarifa alrededor de 500 euros. Las familias, en cambio, suman de media a la anterior cifra unos 1.000 euros más, en la búsqueda del disfrute de sus pequeños y del perfecto confort "sol y playa".

Desde la agencia San Paio, Pelayo Bergueiro, subraya que las parejas más jóvenes prefieren vuelos low cost y alojamientos a bajo coste, como también lo hacen las personas que viajan en solitario que, pese a no ser muchas, optan por rumbos más alejados como la India o Tailandia, distanciándose, al mismo tiempo, de grandes ostentaciones. Sin embargo, los clientes de una edad madura, que recientemente van in crescendo, se inclinan por otro tipo de servicios, asumiendo con ello la diferencia de precios.

Pese a que en las últimas temporadas de asueto se ha generalizado el pensamiento de que agosto es el mes dónde más se alzan los precios y se acumula una mayor "masa" turística, Ángeles Brey confirma que "agosto es el mes predominante entre nuestros clientes para sus vacaciones de este año". Sin embargo, explica que quienes deben atrasar sus vacaciones están optando por el mes de octubre frente al recurrido mes de septiembre. Por otra parte, los viajes, fuera de temporada estival, se vinculan más con las salidas en grupo y las excursiones escolares.

Desde el sector se indicó también ayer que, aunque las cifras de negocio no dejan de ser esperanzadoras con respecto al parón que generaron los años de la crisis, no se están viendo cumplidas sus expectativas para este año.

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