Nació hace solo dos años y ha crecido un montón. La talla que exhibe en los campeonatos autonómicos y estatales a los que acude lo demuestra. El último fue en Valladolid, hasta donde el Club Ximnasia Estrada viajó representado por nueve deportistas. Subirse a los escalones más altos del podio es, en este caso, una cuestión de saber dar el salto, eso sí, desde una base que se prepara con trabajo y esfuerzo, aunque sin perder de vista la necesidad de disfrutar en todo momento del deporte.

"Hay que disfrutarlo. No es obligatorio competir", explica Sofía Mosteiro, la entrenadora del Club Ximnasia Estrada. Además de guiar los pasos de esta agrupación, ha sido la encargada de coordinar la escuela municipal de gimnasia durante sus ya 22 años de historia.

A Estrada se adentró en el mundo de la gimnasia desde las instalaciones del pabellón del colegio Pérez Viondi. La escuela se estrenó con solo siete niños. Pronto afloró el talento y, con él, las ganas de competir y continuar creciendo. Sin embargo, el material disponible -que todavía se conserva- se quedaba un poco escaso para entrenar a nivel competitivo.

Llegó entonces el momento de "exportar" gimnastas. Con una sólida base, muchos de estos niños comenzaron a encaminar sus pasos hacia clubes con más material e infraestructuras. Fue este el caso del Club Ximansia Pontevedra, al que asistieron y asisten diversos deportistas locales.

Fue hace dos años cuando se estimó que había llegado el momento de que A Estrada se concediese la oportunidad de formar un club de gimnasia, que pasó a presidir Sofía Mosteiro, también responsable de los entrenamientos. La agrupación obtuvo material por la vía de la cesión y las sesiones impartidas por Mosteiro encontraron el apoyo de otro entrenador: Adrián Soliño. Con solo un año de trayectoria llegarían las primeras medallas.

El club cuenta a día de hoy con 30 integrantes, entre ellos un adulto que "tenía esa espinita clavada", explica la presidenta de la agrupación. Trabajan trampolín, gimnasia acrobática y gimnasia artística.

Destacar en esta práctica deportiva no está exento de esfuerzo. El club entrena cuatro días a las semana, hasta completar las doce horas semanales. Solo en trabajar la flexibilidad se ocupan 45 minutos de estas sesiones. "Es un deporte muy completo", apunta la entrenadora, que incide en que se prepara a los niños para su fortaleza a nivel articular y así prevenir lesiones. Estos gimnastas trabajan con el peso de su propio cuerpo.

El ritmo es mucho más suave en la escuela municipal, con una hora de clase a la semana. Se les enseña la base y, a aquellos a los que disfrutan tanto que les sabe a poco, se les abren las puertas del club.

"La gimnasia es un deporte de base que, cuando se ejecuta, después de nota en otros deportes. Les beneficia", explica Sofía Mosteiro. Incide esta experta en que lo importante es que todos estos niños disfruten al máximo de lo que hacen, aprovechando lo aprendido en estas sesiones aun cuando después quieran utilizarlo en otras prácticas deportivas.

A Estrada dejó el pabellón muy alto en el último campeonato nacional al que asistió. La cita en Valladolid le brindó a la agrupación la oportunidad de colgarse la medalla de plata en Tumbling Base 3, de la mano de Paula Tejo. La gimnasta estradense estuvo a una décima de empatar el oro. En un campeonato de España con marcado acento gallego, otros dos estradenses se subieron a lo más alto del podio, aunque con la equipación del Club Ximnasia Pontevedra. Fue el caso Luis Brea y Román Sanín. El primero logró la medalla de oro en Base 3 doble minitramp, mientras que su compañero se llevó la plata. Fueron también primeros por equipos en base y Sanín también fue primero en tumbling, solo que al ser dos únicos deportistas no hubo medallas.