La carballeira del exterior del templo de Santa Baia de Losón, en Lalín, fue escenario, ayer, de la Romería de O Corpiño más multitudinaria de los últimos años. Los cerca de 10.000 devotos procedentes de dentro y fuera de Galicia asistieron a la jornada de la Coronación Pontificia de la popular Virgen dezana, calificada por uno de los sacerdotes presentes, el castellonense Antonio Losas, como "Reina de Galicia". El intenso calor -los termómetros superaron los 30 grados a la sombra durante las dos horas que duró la ceremonia- no fue impedimento para que los numerosos devotos de la Virgen de O Corpiño abarrotasen pronto las sillas dispuestas para participar en una misa de campaña en la que todo estuvo cuidado al máximo detalle. El programa arrancó a las 8.30 horas con las primeras misas en las que los más madrugadores aprovecharon para cumplir con el precepto antes del inicio de los actos más solemnes del día grande de la romería.

Las campanas del santuario lalinense tocaron a gloria en torno a las 11.30 horas con motivo de la procesión previa a la Misa de la Coronación que contó, además, con una gran lluvia de pétalos a la salida de la imagen de la iglesia. Muy cerca de allí, no eran pocos los fieles que aún depositaban flores en la ofrenda que desde el sábado tuvo como protagonista a una réplica en madera de la Virgen de O Corpiño. De forma parsimoniosa la comitiva fue descendiendo hacía la carballeira donde se instaló una carpa abocinada en cuyo frontal se podía leer el lema "Ti es a honra do noso pobo. Facede o sinal da cruz". Para entonces ya era imposible agenciarse una silla en el recinto mientras las fuerzas de seguridad se afanaban en abrir paso a la procesión que fue recibida con vivas a la Virgen jaleados por el citado reverendo castellonense. En el cortejo destacaban las coronas de la Virgen y el Niño Jesús elaboradas por el prestigioso orfebre sevillano Fernando Marmolejo, que no perdió de vista en ningún momento sus dos diademas de oro y piedras preciosas donadas por los feligreses para coronar a la Virgen de O Corpiño. Los vítores se fueron sucediendo conforme el séquito se fue acercando al altar de blanco impoluto instalado justo delante del palco de la música, donde tuvo lugar la solemne eucaristía mariana.

Rito histórico

Del carácter histórico del rito celebrado ayer en O Corpiño hablan los números que rodearon a la Misa de la Coronación Pontifica. El rectorado cifró en 5.000 personas las presentes en la misa solemne de la carballeira. El acto contó con la totalidad de los obispos de Galicia, y estuvo presidido por el titular de la Diócesis de Lugo, monseñor Alfonso Carrasco Rouco. El número de religiosos que concelebraron el acto se aproximó a la treintena, entre los que estuvieron la práctica totalidad de párrocos de la comarca. Además, en la celebración participaron un total de 120 músicos repartidos entre la Coral Polifónica del Casino de O Carballiño, la Coral Polifónica Trasdeza de Silleda y la Coral Nuestra Señora de O Corpiño, que estuvieron acompañadas por la Banda de Música de Vilatuxe. Cabe destacar la actuación de la soprano Emilia López Pérez, subdirectora de la agrupación de O Carballiño, que arrancó muchos aplausos con su interpretación del "Ave María" de Gounod. El repertorio utilizado para la ocasión incluyó, además, piezas de Schubert, Vivaldi o Mozart, entre otros, que suelen forma parte de este tipo de acontecimientos, según su director.

Los cerca de 120 minutos de Misa de Coronación Pontificia transmitida en directo a través de una pantalla gigante situada detrás del altar mayor contaron con otros momentos cúlmenes. El obispo de Lugo ofreció una homilía en la que afirmó que "la coronación nos habla del misterio de tantísimos corazones agradecidos y confiados en el amor de Dios". El titular de la Diócesis de Lugo también indicó que "el acto que hoy realizamos es fruto de la devoción y el querer de todo un pueblo creyente", y destacó que "todo en esta corona es fruto del corazón de los fieles". Alfonso Carrasco también agradeció los donativos desinteresados realizados por los devotos de la Virgen de O Corpiño para poder llevar a cabo en tierras hispalenses las dos coronas de oro y piedras preciosas. El obispo de Lugo aseguró que "cada gramo de oro donado en cada medalla, pendiente, sortija o joya familiar de esta corona es una gota de fe verdadera". Acto seguido tuvo lugar el solemne acto de la Coronación Pontificia por parte del prelado lucense que fue seguido por los presentes con mucha expectación. Alfonso Carrasco colocó primero con mimo la pequeña corona sobre la cabeza del Niño Jesús y, después, hizo lo propio con la corona de la Virgen de O Corpiño tras mostrarla a todos los presentes, mientras la Banda de Vilatuxe interpretaba la Marcha Real y los miles de fieles dedicaban una cerrada ovación. El orfebre Fernando Marmolejo esperó a la conclusión de la ceremonia para fijar personalmente las dos coronas mediante unos pernos para evitar males mayores durante la procesión con la que finalizó la ceremonia. Antes se leyeron los documentos del Vaticano con los que se certifica la prerrogativa papal, y todos los obispos estamparon su firma en el documento con el que se legitimaba la Coronación Pontificia de la Virgen lalinense. Como estaba previsto, en la procesión de regreso al santuario los devotos pudieron cumplir con la tradición de pasar por debajo del anda de la imagen ya coronada antes de la despedida oficial de la imagen.

Mandatarios y desmayos

La vertiente laica del acto llevado a cabo ayer en Losón tuvo a los representantes políticos como principales protagonistas. En la primera fila reservada a los mandatarios regionales y locales se pudo ver, entre otros, al conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, junto a los alcaldes de Lalín y Silleda, Rafael Cuiña y Manuel Cuiña. Además, también estuvieron presentes varios concejales de la corporación lalinense. La edil popular de Lalín, y natural de la parroquia de Santa Baia de Losón, Eva Montoto, acudió en compañía de su hija de corta edad, a la que en todo momento tuvo controlada a bordo de una silla. Román Rodríguez y Rafael Cuiña dieron muestra de cierta complicidad en algunos momentos de la ceremonia donde se les pudo ver sonreír juntos tras algún chascarrillo.

Por último, el amplio dispositivo de seguridad que todos los años se pone en marcha con motivo de la Romería de O Corpiño tuvo que redoblar ayer esfuerzos, sobre todo por las altas temperaturas registradas durante toda la mañana. Así, tanto la Guardia Civil como la Policía Local de Lalín y GES Lalín se vieron obligados a atender a media docena de personas, en su mayoría señoras de avanzada edad, que sufrieron desmayos y lipotimias durante la ceremonia religiosa. La rápida intervención de los sanitarios hizo posible que algunas de ellas fuera atendida en ambulancias medicalizadas. Además, al cierre de esta edición, ni la Guardia Civil ni la Policía Municipal de Lalín no tenían constancia de ningún incidente relativo a la presencia de carteristas en la zona.