El vivero de empresas de Lalín fue inaugurado en febrero de 2016, pero el proyecto había sido impulsado por el anterior gobierno provincial durante el mandato en la cabecera comarcal dezana de José Crespo. A la par, Diputación e Incyde, ponían entonces en marcha otro servicio en Barro-Meis. Mientras el vivero de la otra zona de la provincia arrancaba con notable demanda y en los últimos tiempos su nivel de ocupación es ya muy importante, el lalinense nunca acabó de arrancar. Entre medias los populares lalinenses culpaban al ejecutivo provincial de agravios comparativos por aplicar unas tarifas al de Lalín 2000 por encima del de Barro-Meis para el alquiler de oficinas o naves, que en algunos casos eran más caros que los del mercado libre. Ni con una rebaja de los valores el vivero lalinense pudo consolidarse e incluso, en septiembre del año pasado, los dos únicos viveristas amenazaron con irse al finalizar sus contratos por entender que la Diputación había "abandonado" el proyecto. En la actualidad el vivero mantiene libres dos de las tres naves (con superficies de entre 131,2 y 147,7 m2), una oficina de 16,1 metros y un espacio de coworking con 16 puestos. Las empresas instaladas son: Dimo a min (agencia de comunicación y eventos), Kuzunguka App Developers (desarrollo de aplicaciones), Solkajier Technic (gestión y comercialización de proyecto de maquinaria industrial) y Stoutic Computing, firma de soluciones de automatización de la gestión del comercio electrónico de pymes.