La legislación sobre la protección animal en Galicia recoge disposiciones destinadas a garantizar una apropiada convivencia entre personas y animales, estableciendo una serie de obligaciones a los propietarios de los animales. Ente otras cuestiones, la tenencia de perros potencialmente peligrosos requerirá la previa obtención de una licencia administrativa otorgada por el ayuntamiento correspondiente, en los términos previstos en el artículo 3 de la Ley 50/1999, del 23 de diciembre. En total, en la comarca dezana hay registrados en los concellos 84 perros potencialmente peligrosos (PPP). Además, con la entrada en vigor de la Lei de Benestar Animal de Galicia, en el pasado enero, se multiplicó la colocación de microchips, sobre todo, entre febrero y abril.

La ley que obliga a registrar a los PPP en los ayuntamientos entró en vigor el 2 de julio de 2002. Esta licencia deberá ser renovada cada cinco años, con la finalidad de comprobar que el interesado sigue cumpliendo los requisitos que se le exigieron para su obtención. Los dueños de los animales potencialmente peligrosos subscribirán un seguro de responsabilidad civil con una cobertura mínima de 125.000 euros, que se renovará anualmente, por su responsabilidad derivada de los daños que el animal pueda causar a terceros, aunque el ejemplar haya sido cedido a otra persona para su cuidado. La constitución del citado seguro será requisito indispensable y previo para la identificación de los animales e inscripción en el registro.

De esos 84 perros que figuran en los concellos dezanos, 51 están registrados en Lalín, 13, en Silleda, 10, en Vila de Cruces, seis, en Agolada, cuatro, en Rodeiro y en Dozón todavía no figura ninguno. Es necesario incidir que en el ayuntamiento silledense, en realidad, hay 15 licencias de tenencia de animales peligrosos, aunque haya registrados solo 13 perros, pero tal y como informan desde el Concello, hay gente que sacó la licencia, pero que no figuran todavía con animales. Además, en este Concello se están tramitando otras tres licencias solicitadas en lo que llevamos de 2018.

Entre las razas consideradas peligrosas, incluidas en esta normativa, figuran las siguientes: American Stafforshire Terrier, Pit Bull Terrier, Bullmastif, Dobermann, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Dogo del Tíbet, Fila Brasileño, Mastín Napolitano, Presa Canario, Presa Mallorquín (Ca de Bou), Rottweiler, Staffordshire Bull Terrier, Tosa Inu y Akita Inu. También serán considerados en este apartado los cruces en primera generación de estos, cruces de estas razas entre sí o cruces de estos con otras razas, obteniendo una tipología similar a alguna de las 'familias' anteriormente descritas.

En Lalín, por razas, aparecen inscritos: tres Akita Inu, cinco Dobermann, tres Mastín Napolitano, 15 American Stafforshire Terrier, 11 Rottweiller, tres Presa Canario, dos Stafforshire Terrier, tres Pit Bull Terrier, dos Bullmastif, un Cruce American, dos cruce Pitt Bull y uno American Pitt Bull Terrier.

En Silleda, de los 13 registrados, hay: 11 Rotweiller, un American Stafforshire Terrier y un Pit Bull. En el ayuntamiento de Agolada se contabilizan seis en total: un Dobermann, un Rotweiller y cuatro American Stafforshire Terrier. En Vila de Cruces había registrados una decena, con tres bajas por fallecimiento. En lo que llevamos de 2018 se asentó solo un ejemplar. De estos diez figuran: cinco Rotweiller (con una baja), un Mestizo Dobermann, un Dogo Argentino (que ha sido baja también), un Staffordshire Bull Terrier y la otra baja es American Stafforshire Terrier. En Rodeiro aparecen tres Rotweiller y un American Stafforshire Terrier. Sim embargo, a día de hoy, el libro de registro del ayuntamiento de Dozón todavía no se ha estrenado.