La Xuntanza Anual de la Asociación Fillos e Amigos da Estrada estuvo marcada ayer por el emocionado recuerdo del fallecido Alfonso Varela, hijo predilecto de A Estrada además de fundador y "presidente perpetuo" del colectivo, en palabras de Ramiro Varela Cives, que le suplió ayer en la conducción del acto.

Los hijos de quien presidió el ente durante 33 años -Alfonso y Mariluz Varela- asistieron al acto "emocionados". "Es un orgullo estar aquí", explicó Alfonso a FARO, en un día que admitió era a la vez "alegre y triste". En su mente se agolpaban ayer "muchos recuerdos" de una celebración a la que su padre siempre asistía. Señaló que le gustaría que el colectivo siga adelante por la "labor importante" que desarrolla para potenciar "aspectos culturales", fundamentalmente, en A Estrada.

Tras la ofrenda floral ante el monolito de los hermanos Valladares realizada por Mariluz Varela, en el acto sonó el pasodoble compuesto en honor a Alfonso Varela. Lo interpretó la Banda Municipal da Estrada, cuyos integrantes ayer también asistieron al acto con emoción, según indicó su director, Javier Comesaña. No en vano, la placa de honra otorgada a la formación es el primer reconocimiento público que recibe en sus casi 150 años de historia.

El colectivo también le entregaba ayer sus insignias de oro al párroco de A Estrada, José Antonio Ortigueira; a la abogada bonaerense pero de sangre estradense Mª Carmen Besteiro; y al empresario Ramiro Carregal Rey, que no pudo llegar a la parte inicial del acto porque tenía que presidir la entrega de premios de una regata patrocinada por su factoría, Frinsa. Pero tenía previsto llegar a la entrega de distinciones en el Samaná.

Ortigueira consideró que la insignia que le otorgaron es "un reconocimiento a la labor desarrollada en este pueblo no solo por él sino también por "todos los que desde el sacerdocio realizan "una labor callada y oculta", como "tarea cotidiana". Quiso acordarse de quienes llevan casi 60 años como sacerdotes en el municipio.

Y Besteiro afirmó sentir "una emoción enorme" y concebir la distinción como "un reconocimiento a los miles de emigrantes que partieron hacia Buenos Aires". Sus padres fueron "unos de ellos". "Nos enseñaaron valores y un profundo amor a Galicia. Siento que soy argentina y gallega", concluyó.