La presidenta de la Asociación de Pequenos Empresarios de Vila de Cruces (APEC), Lupe Pampín, presentó ayer en el registro municipal un escrito en el que solicita al gobierno local de Jesús Otero que recabe información sobre un desvío de la ruta jacobea de la Vía da Prata que discurre por el municipio cruceño. Pide que, de ser factible, se promocione este camino alternativo a Compostela.

Pampín apunta que existe un goteo de peregrinos, sobre todo holandeses, que llegan a Cruces pertrechados con mapas que muestran el trazado de la ruta. Esta parte de la localidad ourensana de Oseira, en el concello de Cea, y entra en la comarca dezana por Rodeiro. Llega a Agolada por Ventosa y, tras pasar por el casco urbano y Brántega, se adentra en Cruces por Toiriz, desde donde continúa por Carbia y Piloño para llegar a Gres y Ponte Ledesma, donde también confluye otra variante de la Vía da Prata que llega a Merza desde Carboeiro. Este recorrido es el mismo que empleaban los arrieiros de la comarca ourensana de O Ribeiro para transportar su vino a la capital gallega, y ya fue motivo de diversas rutas de concienciación por parte de algunos colectivos.

Los mapas que maneja Lupe Pampín fueron facilitados por el restaurante Don Din, que a su vez dispone de ellos gracias a peregrinos holandeses en bicicleta. Según indicaron éstos, los mapas de este desvío alternativo pueden localizarse en libros. La presidenta del colectivo ya había abordado esta cuestión con el regidor antes de que se oficializase la asociación.

Para la recién creada asociación de empresarios y comerciantes cruceños la difusión de esta ruta sería un notable empuje para la economía local. "En último caso, hasta podría haber un albergue" indica Pampín, consciente del auge de las peregrinaciones a Compostela, ya sean por motivos culturales o religiosos. Y es que el gasto que puede generar un romero en un municipio tan solo por tomarse un café o al comer puede ayudar a que el restaurante o cafetería en cuestión obtenga más beneficios y reinvierta en otros locales del casco urbano. Basta con ver, por ejemplo, la proliferación de albergues privados en Lalín gracias a la Vía da Prata y al Camiño de Inverno (una ruta oficial desde hace casi dos años), o al lleno que registrará el pabellón polideportivo de A Bandeira durante julio y en tres días de agosto por la peregrinación de grupos de considerable dimensión.