Vecinos de la parroquia lalinense de Noceda urgen al Obispado de Lugo a atender las demandas para reparar el cierre perimetral de la iglesia. El deterioro de este muro se arrastra desde hace tiempo, pero en el mes de diciembre comenzaron a desprenderse piedras de gran tamaño a un camino que da acceso a una propiedad particular. Las rocas, dicen los vecinos, son retiradas con bastante periodicidad por el Concello, por suponer un riesgo para los transeúntes, pero el muro es propiedad de la Iglesia y por eso reclaman una actuación urgente de la institución católica.

Precisamente hace ahora casi un par de meses, el Obispado, tras ser consultado por este asunto, aseguró que era conocedor del problema y que asumiría la ejecución de los trabajos necesarios para preservar el muro en buen estado y evitar además cualquier posible accidente para los vecinos que pasan por el camino anexo.