La iglesia de Lalín de Arriba pasará a ser un recinto laico si prospera la denuncia de la Asociación de Veciños San Martiño contra la titularidad del templo por parte del Obispado de Lugo. Así lo anunció ayer el delegado episcopal de Patrimonio de Bienes Inmuebles, Miguel Ángel Gómez. "La mayor parte de la gente quiere que la iglesia siga estando al servicio del culto. Nosotros vamos a defender lo que creemos que es de interés general. De todas formas, si un juez dicta lo contrario, nosotros dejaríamos de tener culto allí lógicamente, pero me parecería absurdo", señaló Gómez. El representante de la diócesis para asuntos de patrimonio inmobiliario confirmó también que presentarán todas las alegaciones que hagan falta en sede judicial para que todo siga igual.

En cuanto al requerimiento judicial presentado por el colectivo vecinal lalinense, Miguel Ángel Gómez indicó que "nos extraña mucho la denuncia porque se trata de una iglesia del siglo XII que siempre estuvo al servicio del culto y a favor de los creyentes". El delegado del obispado lucense coincidió con los miembros de la asociación vecinal que "es cierto que cuando se hizo ocho vecinos, me parece, pagaron 1.500 pesetas y el obispo otras 1.000 para que no se tirara la iglesia, pero no fue para comprarla", enfatizando el hecho de que el desembolso de entonces tuvo un carácter práctico y de supervivencia del culto en Lalín. En este sentido, Gómez considera algo muy habitual que los residentes ayuden en la conservación de los templos en toda Galicia enfatizando que "la gente siempre colaboró para arreglar las iglesias y nunca se planteó quiénes eran los titulares de cada templo. Es cierto que hay que valorar ese gesto de colaboración, pero están siempre al servicio de los feligreses. El gesto de aportar dinero para la conservación no da derecho a titularidad ninguna". Es más, Miguel Ángel Gómez explicó que "si no hubiera culto durante digamos 100 años, todos sabemos que una edificación termina cayendo. Gracias a eso se conserva. Lo que quiere decir que si hubo culto, es evidente que fue al servicio de las personas que viven en la zona, y que éstas ayudaron en su mantenimiento". El representante del Obispado concluyó diciendo que "para cualquier acto litúrgico hay que tener el beneplácito del obispo porque un cura no puede ir a una parroquia sin autorización", advirtiendo de que si ese visto bueno desaparece, la iglesia de Lalín de Arriba pasaría a ser un recinto laico a todos los efectos.

Cabe recordar que el contencioso entre los vecinos de Lalín de Arriba y el Obispado de Lugo por la titularidad de una de las iglesias más antiguas del municipio se judicializó esta misma semana. El viernes, representantes de la Asociación de Veciños San Martiño denunciaron en los Juzgados de Lalín a la diócesis por haber registrado a su nombre el templo, algo que ya ha sido notificado en sede episcopal. E párroco de Lalín, Marcos Torres, fue el primero en anunciar las posibles alegaciones por parte de la sede episcopal lucense nada más conocer la noticia. "La diócesis defenderá los derechos de todos los católicos de Lalín", recalcó el sacerdote al conocer la denuncia que ahora espera la correspondiente resolución por parte del juez.