Las directrices comunitarias en materia medioambiental han puesto el ojo en la excesiva producción de plástico y una de las medidas que llegan de Europa están claramente encaminadas a minimizar al máximo la producción y uso de este tipo de compuestos, que en casos, prácticamente nunca se degradan y representan un considerable daño al medio ambiente. Una de ellas aboga en primer lugar por la sensibilización y está relacionada con el reparto de las bolsas de plástico en todo tipo de establecimientos comerciales. En los últimos años el promedio se ha rebajado considerablemente, pero todavía se estima que cada persona utiliza en torno a un centenar por año, lejos de las 300 unidades de tiempo atrás.
En Lalín, el Centro Comercial Aberto (CCA), integrado en la patronal dezana, pretende implicarse en este asunto por dos cuestiones esenciales: el cumplimiento de la normativa -en Galicia todavía no está implantada y sigue a expensas de los mandamientos del Estado- y la búsqueda de una mayor concienciación social. La secretaria técnica de la Asociación de Empresarios de Deza (AED), Chus García, señala que mediante el colectivo de comercio se pretenden activar medidas, si no para erradicar, sí para minimizar la entrega de bolsas de plástico en los establecimientos comerciales. Posiblemente será una de las propuestas que asuma la nueva junta directiva de la patronal dezana, no obstante García manifiesta que ya existe un trabajo previo que se desea poner en marcha. El proyecto se articularía, si es posible, acogiéndose a una línea de colaboración con la Dirección Xeral de Comercio de la Xunta que podría servir al CCA para desarrollar su campaña. Aunque insiste en que no es firme, sí existen valoraciones para ser trasladadas a los socios del comercio lalinense mediante la celebración de reuniones informativas para avanzar en esta cuestión. García entiende que esta normativa no tendría porque ser recibida con recelo por parte del sector e indica que, de hecho, tiene constancia de que en algunos comercios ya no se dispensan bolsas de plástico y se apuesta por otros materiales reciclados o por el papel. "Hay que ir adaptándose", comenta. García señala además que la patronal dezana ya apostó por el reparto de bolsas de material reciclado y biodegradable cuando promovió la distribución de este tipo de material promocional corporativo.
La desaparición de las bolsas de plástico llegó ya a varios negocios lalinenses, que en sus perfiles en las redes sociales comunican a sus clientes que apuestan por otros envases más respetuosos con el medio ambiente. En otros casos se recomienda, por ejemplo para la compra diaria, utilizar siempre una misma bolsa. Porque además hay que tener en cuenta que a normativa europea de sensibilización obliga a cobrar por la entrega a los consumidores y a partir del 2020 deberán ser de material biodegradabe con el objetivo de proteger el medio ambiente. Aunque semana atrás el proyecto del real decreto, estaba pendiente de aprobar, los precios orientativos de las bolsas podrían ser de un mínimo de entre 5 y 30 céntimos cada una dependiendo de sus características.
