Rafa Cuiña, alcalde de Lalín, es quizá uno de los políticos gallegos más activos en las redes sociales. En sus perfiles en Facebook o Twitter, seguidos por miles de personas, publica a diario imágenes, vídeos o mensajes vinculados a la actualidad del Concello que representa. Así, de una forma desenfadada, elige una forma de comunicación que con el paso del tiempo tiene una mayor importancia entre los personajes públicos.

El nombramiento de Màxim Huerta como ministro de Cultura y Deporte en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez ha generado un sinfín de comentarios. La elección del excolaborador de Ana Rosa Quintana para gestionar la cartera ministerial no pasó desapercibida tampoco para Rafa Cuiña, que publicaba un discutible tuit utilizando una captura de otro mensaje lanzado a las redes sociales hace ocho años por el ahora ministro: "Represéntame. Dígoo absolutamente en serio", escribía junto a una imagen de Huerta en la que se lee "Hoy es día de ganar y follar!"

Màxim Huerta, preso de sus palabras en Twitter

El nuevo ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta, ya ha sido víctima del veneno de Twitter. El siglo XXI ha hecho a las personas presas de sus palabras volcadas en las redes sociales y el valenciano ha visto como, en su primer día en el Gobierno, sus declaraciones han vuelto hacia él.

El PP y los independentistas critican el nombramiento por los mensajes contra el deporte. Entre ellos, críticas al "físico" que está "sobrevalorado" en la era del culto al deporte. En estos momentos, como delegado de Deportes del Gobierno, sus palabras cobran aún más fuerza. Críticas al cargo de ministro, a la Junta de Andalucía por el caso de los ERE y una cita de Juan José Millás sobre los políticos y su trabajo.

Màxim Huerta ha respondido a las críticas, también a través de Twitter, con un mensaje en el que promete "mimar y amar el deporte" después de aceptar la cartera del Ministerio de Cultura y Deporte. Esta mañana, al igual que el resto de los ministros de Pedro Sánchez, ha jurado su cargo ante el Rey y sin símbolos religiosos