Otro de los aspectos que la organización detectó al cierre de esta última edición de la Feira da Sidra es que el espacio se queda ya pequeño. En este sentido, López Pampín apuntó que resultó imposible evitar ciertos momentos de aglomeración ante las barras frente a las que los lagareros escanciaban los diferentes caldos que se sirvieron en esta convocatoria. Apuntó a la previsión de que la remodelación de la alameda municipal genere mayor espacio para este evento en su edición de 2018, contando no solo con las diferentes plazas públicas que se crearán en los nuevos jardines estradenses sino también con la propia ampliación y reforma que experimentará la Praza da Constitución.