La Consellería de Medio Rural por medio de Agader (Agencia Galega de Desenvolvemento Rural), colaboró en el proyecto impulsado por el Museo Etnográfico Casa do Patrón de Doade, en Lalín. El proyecto requirió una inversión de 44.166 euros, de los que un 90% proceden de la financiación de Medio Rural. Desde que dieron comienzo los trabajos, retomados días atrás en una nueva fase, se localizó un doble foso en roca y ampliar la zona de viviendas del castro. De hecho, estas labores sirvieron para encontrar la residencia más antigua de la fortificación, fechada entre los siglos IV e III a.C.

En total se hallaron 4.300 restos con un grande interés arqueológico. Entre ellos destacan numerosas piezas de cerámica como olas o tallas de barro, molinos e incluso figuras de bronce.

El subdirector de Relacións cos Grupos de Desenvolvemento Rural de Agader, Javier Blanco Carballal, el jefe territorial de Medio Rural, Antonio Crespo, la gerente del ADR Pontevedra Norte, Paula Suanzes, y el técnico Ramiro Ruibal visitaron ayer el asentamiento para comprobar el resultado de los trabajos en el castro y los avances de los proyectos de excavación. También acudió el geógrafo lalinense Antonio Presas.

Blanco Carballal subrayó la importancia de la labor que se está a realizar en este espacio, y que favorece "no sólo a los vecinos de Doade, sino también a Lalín, puesto que genera economía y turismo y, por lo tanto, desarrollo de este espacio rural", destacó.

Desde el 14 de mayo, y hasta la primera quincena de junio, el museo sigue realizando catas en este asentamiento: cuatro de 4x4 metros en la corona del incluso para encontrar más casas que formaron parte del antiguo poblado y una de 2x8 metros en el área del antecastro para localizar un nuevo foso defensivo y más restos arqueológicos. Algunos de los objetos encontrados en estas últimas catas dan pie a pensar en una nueva hipótesis sobre la historia del castro: que este pudiera estar ocupado muchos más años de los que a priori se pudiera creer. Incluso la fecha, según el gerente del museo, Manuel Blanco Villar. Ya fueron excavados más de 50 m3 de tierra y la extensión del asentamiento es mucho mayor del que se aguardaba inicialmente. De hecho, sólo la corona del castro tiene una hectárea de extensión. El proyecto que realizan desde el museo incluye también la limpieza y conservación de los restos arqueológicos que se encuentren y la consolidación de las estructuras localizadas.

Otra de las intenciones de la entidad es diseñar una guía turística del castro en la que se recojan textos informativos y fotografías del espacio. En estos trabajos participan cinco arqueólogos y otros cincos becarios de la USC, así como dos técnicos de restauración. Blanco Villar mostró su agradecimiento a la Xunta por su "apoyo y colaboración con este proyecto", así como a los alumnos del máster de Arqueología y Ciencias de la Antigüedad del campus compostelano que trabajan en la excavación.