Este fin de semana tendrá lugar el mercadillo solidario organizado por la Asociación Carabelo de Lalín. Con tal motivo, el colectivo solidario lalinense insta a los vecinos a donar artículos nuevos y usados como libros, ropa y complementos, electrodomésticos, juguetes o piezas decorativas, entre otros. La recogida se lleva a cabo en el local de la asociación sito en el segundo piso del número 12 de la calle Memorias dun Neno Labrego. El mercadillo se celebrará en el número 10 de la calle Wenceslao Calvo Garra. Valentina Díaz es la responsable de Carabelo.
-¿Cómo y cuándo surge en usted esta vena tan solidaria?
-Siempre me dediqué a actividades voluntarias. Desde mi país de nacimiento, Uruguay, hasta otros partes del mundo como África siempre estuve vinculada a esto, bien a través del colegio cuando era pequeña o en otras etapas de mi vida. Cuando llegué a Lalín me puse en contacto con la Asociación O Mencer y ahí comenzamos con la parte dedicada a los alimentos, y fue entonces cuando conocí a Lala García-Portillo, la anterior coordinadora de la parte del colegio, y decidimos empezar con los temas infantiles. Desde O Mencer nos apoyaron absolutamente porque en realidad somos casi la misma asociación, sólo que ahora por temas administrativos decidimos fundar Carabelo. Empezamos con lo que teníamos, y como la anterior coordinadora por motivos laborales tuvo que marchar del país, desde ese momento yo ocupé su lugar.
-¿Diría que Lalín es un municipio maltratado por la crisis?
-Yo a Lalín la veo como una ciudad muy solidaria. Absolutamente solidaria con la gente que viene de afuera, a la que se acoge muy bien. Por algo en Lalín se ve cada vez más muchísima inmigración en los últimos tiempos. Estamos recibiendo muchos inmigrantes, sobre todo árabes, y en este momento también están viniendo bastantes familias venezolanas por la situación de su país. También tenemos otros lationamericanos y españoles. Lalín está maltratada como está toda España, pero siempre en una ciudad pequeña a mi personalmente me parece mucho más fácil tender redes de contención. En Lalín las hay, y muchas, afortunadamente.
-¿En qué notan en Carabelo ese carácter solidario de los lalinenses?
-En todo, desde los voluntarios que se ofrecen para trabajar hasta profesionales de todo tipo. Por supuesto, también en la gente que nos dona su tiempo, su ropa o ayuda en las distintas actividades que organizamos. Por lo general, la respuesta es muy, muy buena.
-¿Cuál es la finalidad del mercadillo del próximo fin de semana?
-Lo ponemos en marcha para poder financiar los distintos proyectos que tenemos en marcha. Por si la gente no lo sabe, nosotros hacemos seguimiento escolar, deberes dirigidos y preparación de exámenes con los niños de 4 a 17 años. Además, se les hace revisiones oftalmológicas, de dentistas y se les pagan tratamientos que no cubre la Seguridad Social, y muchas más cosas. Para poder realizar todo esto se necesita dinero, y ahora estamos intentando empezar con un programa de formación para madres y padres de nuestros niños, con distintos talleres, y por eso necesitamos más dinero. Le pedimos a la gente que nos done los artículos que tengan en su hogar para echarnos una mano. Nuestra idea es poder venderlo todo durante los tres días del mercadillo.
-¿Cómo van de voluntarios?
-Ahora mismo tenemos cerca de 21 voluntarios. Siempre animamos a la gente a que se acerque y que nos plantee cuanto puede colaborar. Me gustaría destacar que cualquiera nos puede ayudar a partir de una hora por semana. Ese es el compromiso mínimo que les pedimos desde Carabelo. Hay que gente que colabora más tiempo que otra y tenemos diversas tareas para hacer desde estar con los niños pequeños, ahora también tenemos una biblioteca para ellos con áreas de juego, y profesores para la ESO. Hay un montón de tareas en las que se puede colaborar, sólo e cuestión de tener voluntad.
