Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La contaminación del río Ameneiro por la mina de Touro afecta a aguas de consumo

Aldea Viva denuncia ante Medio Ambiente que el vaciado de la balsa perimetral dañó el nacimiento del cauce, sepultado por rellenos con acopios de tierra y otros materiales

El río Pucheiros discurre con un aspecto lechoso.

El colectivo Aldea Viva acaba de presentar ante la Consellería de Medio Ambiente una denuncia en la que exige que se inicie un proceso sobre responsabilidad medioambiental a la empresa Explotaciones Gallegas SL (Exga), propietaria de los terrenos de la antigua mina de Touro. El colectivo acusa a la firma de "ocasionar los daños o agravar los ya existentes" sobre los cauces de los ríos Ameneiro y Angumil. La contaminación de los cauces por la filtración de materiales de la antigua actividad minera "puede dar lugar a imposiciones de sanciones de entre 50.000 y 2 millones de euros, así como la extinción o suspensión de la autorización", indica la denuncia. Pide, también, que los hechos se pongan en conocimiento de la Fiscalía.

Los daños en el río Ameneiro se agravan desde el año 2012. Este cauce nace en terrenos del propietario de la mina y vierte en el Lañas, que a su vez desemboca en el Ulla. Su nacimiento se localiza en terrenos que no fueron explotados desde el punto de vista minero, y que cuando la mina estaba activa, se protegía gracias a una balsa perimetral que recogía los lixiviados y los drenajes ácidos de la mina. Estas aguas, mediante un sistema de bombeo, se transfería a la balsa de lodos de la mina, para evitar que estos materiales llegasen a la red hidrográfica. Pero a finales de los años 90 (la mina cesó su actividad en 1988), "la balsa perimetral fue cerrada y tapada, quedando solo una pequeña balsa en las inmediaciones del nacimiento del río Ameneiro-Lamas", señala la denuncia.

En 2012, Exga realiza rellenos, "con acopios de tierra y otros materiales" de modo que sepulta los afloramientos de agua. Los rellenos, además, reducen la superficie de la balsa y elevan su cota, de modo que el nacimiento del Ameneiro queda por debajo "y recibe las filtraciones de la balsa minera". Por si esto fuese poco, con las obras de urbanización de los terrenos mineros en lo que ahora es el polígono industrial guían los drenajes hasta este cauce, que tradicionalmente servía para abastecimiento, labores de regadío y lavaderos públicos de los vecinos de A Santaia. La situación es tan grave que los residentes tuvieron que desviar el caudal por otro lecho para evitar la contaminación inmediata a las viviendas y a la aldea, como señala el colectivo.

Además del Ameneiro-Lamas, también se ve afectado el Rego de Angumil, que vierte en aquél. Los rellenos con tecnosuelos y las obras de urbanización provocan que sus aguas "salgan contaminadas de los terrenos de la mina y con arrastres de lodos". Por todo esto, Aldea Viva tiene claro que en ningún momento se tomaron medidas de protección o de reparación de daños, al mismo tiempo que desde las administraciones local y autonómica hubo una evidente "falta de controles", concluye.

Compartir el artículo

stats