El compromiso de Pedro Castañeda con el patrimonio cultural y natural de Couso (A Estrada) y Pontevea (Teo) es de sobra conocido. Fue el ideólogo y principal artífice de la recuperación de la playa fluvial de Pontevea-Couso próxima al puente medieval de Pontevea que se acometió en el último año y medio tras dos décadas de abandono. Y también es el presidente de la asociación Entre as Pontes, constituida por vecinos de Pontevea y Barcala para poner en valor las playas fluviales de Pontevea-Couso y San Miguel de Barcala uniéndolas con una ruta de senderismo que aproveche e potencial turístico de sus seis kilómetros de cauce fluvial del Ulla, entre el puente medieval de Pontevea y el moderno de Barcala a Sinde. Pero su apuesta por el turismo y la dinamización local es mucho mayor. Ha visto en el Camiño Miñoto-Ribeiro de Braga a Santiago una "oportunidad" para dinamizar turística y, por tanto, también económicamente A Estrada, Teo y, en general, todas las poblaciones por las que pasa.

Fiel a su estilo, ha querido poner su granito de arena a la consecución de una causa por la que trabajan desde Tabeirós-Montes Codeseda Viva y O Can de San Roque de Soutelo así como los concellos de A Estrada y Forcarei, en busca del reconocimiento del trazado como itinerario cultural preferente. Convencido de que es un Camiño que puede absorber un porcentaje elevado de peregrinos delCentral Portugués, Castañeda se propuso chequear el trazado paso a paso para conocer sus fallos y contribuir a mejorarlo. En esta noble empresa, contó con un fiel aliado: su suegro, Noé Fernández Pozo, un apasionado del senderismo y el deporte que camina 4 horas al día tras jubilarse como camarero de un local de referencia para políticos y personalidades sito a 300 metros del Obradoiro.

Juntos iniciaron el Camiño en Braga el 8 de mayo. Siguieron el trazado marcado por la Guía do Peregrino de Carlos da Barreira y Henrique Malheiro para los 240 kilómetros del trazado, dividido en 9 etapas. Ayer a las 11.00 horas, llegaron a A Estrada. Con 8 etapas a sus espaldas aseguraron que es un trazado muy bonito que conjuga como atractivos su potencial termal, los viñedos del Ribeiro, la Geira Romana y la Vía Nova, un castillo en ruinas, impresionantes parajes fluviales, restos arqueológicos, hórreos comunitarios, vecinos hospitalarios y los preciosos parajes naturales que cruza. Pero, subrayan, es "para deportistas" y hay que mejorar algunos tramos. Las imágenes que han tomado así lo atestiguan. Hay caminos en los que no se puede avanzar sin enterrarse en el barro y zonas donde urge desbrozar. En alguna otra se encesita un albergue.Así se lo explicaron ya el lunes a miembros de O Can de San Roque y Codeseda Viva que les recibieron a su paso por Soutelo y Codeseda. Tras dormir el lunes en la casa rural Eira Moura, ayer por la mañana pasaron por A Estrada y al mediodía llegaron a su querido puente medieval de Pontevea, antes de descansar en su casa. Hoy afrontan la última etapa del Camiño. Al fin llegarán a Santiago. Eso sí, con las ideas muy claras acerca de qué mejorar para apoyar a los peregrinos que discurren por la zona en dirección a Compostela.