En entorno biosaludable denominado Entre Ríos, entre las parroquias lalineses de Doade y Vilanova, es el escenario elegido para la celebración de la primera Festa do Río Asneiro, prevista para el 15 de julio. El evento está impulsado por el museo Casa do Patrón, el colectivo Queixumes dos Pinos, las asociaciones vecinales de Doade, Vilanova y Os Muíños y la de mujeres de Vilanova.

La cita cuenta con la colaboración de Orixe Comunicación y está dirigida a todo tipo de públicos. Consistirá en una comida de confraternidad al aire libre y en medio de refrescantes sombras de los árboles de la ribera del Asneiro, aunque también cabe la posibilidad de instalar una carpa en función de las condiciones meteorológicas de la jornada. Sus promotores destacan que se trata de una oportunidad única de sentar un precedente para que estas dos parroquias limítrofes, "que siempre gozaron de una excelente y cordial vecindad", continúen celebrando este acontecimiento en los próximos años. Además, hacen un llamamiento a la asistencia masiva de los vecinos, tanto los de los lugares próximos, como de lalinenses, dezanos y residentes en la geografía gallega. Los interesados en acudir deben formalizar sus reservas antes del 10 de julio a un precio de 20 euros los adultos y 10 los menores de diez años.

El programa dará comienzo con una sesión vermú amenizada por Marcos Pardo y Carlos Pérez. Ya para las dos de la tarde está prevista la comida de confraternidad, en la que se servirá un menú a base de empanada, pulpo, churrasco, postre, café y bebidas. A partir de las 16.00 horas y hasta el fin de fiesta, la jornada será amenizada por los grupos Os Trasnos de Doade, Cantareiras Queixumes dos Pinos, así como por Marcos Pardo y Carlos Pérez. Para los pequeños habrá actividades organizadas por la empresa Eduvía Xestión Cultural.

Castro de Doade

En otro orden de cosas, ayer dieron comienzo los trabajos de excavación en el castro de Doade. Impulsados por el museo Casa do Patrón, la intervención se extenderá hasta al 8 de junio, llevando parejo el tapado y consolidación de las estructuras localizadas, además de la correspondiente clasificación del material mueble hallado. En los trabajos participan cinco arqueólogos y otros tantos becarios de la USC, así como dos técnicos en restauración. Se busca localizar la puerta de entrada a la fortificación, un segundo foso más alejado de la muralla o nuevas viviendas y ampliar información sobre el muro interior de la muralla.